Yo recorto, tú recortas, él miente...

El martes 24 de mayo se presentó en el programa 678 la ensayista Beatriz Sarlo (ver foto), y las repercusiones de lo dicho, lo discutido y lo callado en el programa fue tratado con objetividad o con parcialidad (positiva o negativa) según de dónde vinieran los tratamientos. Lo que no puede negarse es que el evento produjo impacto. Pero el objetivo de este post no es analizar el evento en sí, sino el tratamiento de un tema puntual que se engancha tangencialmente con lo dicho en el programa.

La Sra. Sarlo, que tan bien funciona para los medios hegemónicos (escribe para La Nación y trabaja en forma parcial para Radio Mitre, del Grupo Clarín), se vino con un libreto bastante armado y haciendo honor al "no hay mejor defensa que un buen ataque", se despachó de entrada contra los informes del programa acusándolos de "recortar" la información, de carecer de fuentes, de repetir, pero no pudo evitar en algún momento demostrar su lado vulnerable poniéndose a la defensiva, al decir por ejemplo "No es mi culpa", cuando se le hicieron algunas observaciones, o decir "A mí no, Barone", queriendo correr al periodista con su pasado, evitando así referirse a SU presente y alegando que le preguntaran a algún periodista de Clarín y no a ella, sobre la tolerancia o no a las manipulaciones, ocultamientos, tergiversaciones o directas mentiras del multimedio respecto de determinados temas "sensibles" (Papel Prensa, hijos apropiados de la Noble, ADN de sus hijos) para los periodistas que trabajan en ellos. Tampoco pudo evitar quedar en evidencia sobre su falta de información (?) respecto del tratamiento de algunos temas, como cuando negó que los periodistas de Página 12 se refirieran de manera crítica al INDEC, algo que bien le señaló la periodista Nora Veiras, y que luego el programa se encargó de demostrar con creces (con notas de Verbitsky, Zaiat y Wainfeld).

Pero habiendo tantos y tan buenos análisis sobre la presencia de Sarlo en el programa (recomiendo la nota de Luis Bruschtein en Página 12 sobre el evento: El poder, la dictadura y los medios., una excelente crónica), no vale la pena extenderse más sobre lo visto y escuchado.

Sin embargo, las repercusiones generadas en los ámbitos gráficos, televisivos, radiales y virtuales fue muy variada y profusa. Y entre ellas, no podía faltar la del inefable y funcional Jorge Lanata, otrora difusor de temas relacionados con los DDHH y ahora devenido en crítico de quienes lo hacen, donde el blanco principal es el Gobierno, que le ha quitado sus banderas y con ellas, su protagonismo. Sensibilizado por la pérdida, el vedetismo ofendido del periodista lo lleva a destilar odio y desprecio cada vez que le ponen el fierrito delante, sin medir el alcance de sus dichos que lo arrastran hasta llegar a la falsedad. Por eso me pareció importante recurrir a los dichos de la misma Beatriz Sarlo con relación al tema de "Kirchner y los DDHH", ya que si bien lo que se muestra a continuación es un "recorte" de una entrevista realizada a la ensayista, el lector puede recurrir al texto completo para no sentir que se le está escamoteando información, o mejor dicho, su opinión sobre el tema. Se trata de una entrevista realizada por Francisca Valsecchi para la web La política on line, y que puede leerse completa aquí: La nota se titula "Con un gran desorden bajo el cielo").

Dice Beatriz Sarlo en la entrevista:

Kirchner y los Derechos Humanos

Esta lucha por los Derechos Humanos que flamea como bandera propia el kirchnerismo, ¿es un oportunismo político?

No. Cuando en la política se producen efectos reales, las cuestiones son reales. Cuando a mí el Gobierno me dice que están muy preocupados por la distribución y luego miro las cifras que proporcionan los economistas y veo que en los últimos dos años, la distribución fue regresiva, significa que más allá de lo que digan y a los efectos reales, la distribución fue regresiva. Por esto mismo, cuando toman el discurso de los Derechos Humanos y se anula la ley de Obediencia Debida y Punto Final y continúan los juicios a los represores, ya no examino cuáles son las motivaciones oscuras que podría tener un discurso. No soy psicoanalista de los políticos. Y no tengo por qué sospechar de esos motivos. Hay muchas más razones para que yo sospeche de los procesos de enriquecimiento personal y de quiénes le dan la plata para las campañas políticas. El hecho de que no hayan sido luchadores de Derechos Humanos hasta que llegaron al gobierno, no lo veo sospechoso.

Insisto, ¿no se lo puede considerar un oportunismo político?

Es que cuando uno dice oportunismo político es cuando pasa por el discurso y no por los efectos. Es decir, plegarse a los discursos en boga, pero no producir hechos políticos que los reflejen. La renovación de la Corte que es lo que habilita a todo lo demás, fue una movida política importante. Tengo todas las críticas para el gobierno de los Kirchner, pero la acusación de oportunismo político por establecer políticas de Derechos Humanos, no. No me preocupa, porque los efectos de sus políticas son los que me parecen importantes.

Bien. No fue un pensador ni ensayista "oficialista" quien lo dijo, sino una opositora y crítica confesa la que así piensa y escribe. Sin embargo, el periodista Jorge Lanata una vez más derrapando fieramente, acusó a los Kirchner de ocuparse de los DDHH "hace 10 minutos" (videos en 678 y DDD), y por supuesto por "oscuros intereses", o despertando sospechas, como también se permitió decir alguna vez el escritor Martín Caparrós, otro furioso crítico del kirchnerismo y otrora setentista.

Pero la falta de información o el poco interés por obtenerla (ignorancia supina), una vez más los han dejado colgando del pincel.

El interés de Kirchner por los Derechos Humanos no es nuevo. Antes que Raúl Alfonsín llegara al poder en 1983 y con él la investigación sobre el Terrorismo de Estado, el Juicio a las Juntas y el Nunca Más, hace 28 años, Néstor Kirchner decía ésto: 

Qué saludable sería que el Sr. Lanata fuera menos superficial y respetara un poco más sus pasados logros, en lugar de tirarlos por la borda por culpa de su vanidad ofendida.
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Gracias a Alejandro Cappa (el que lo filmó) y a Juan Carlos Chute, quien se lo pidió, lo copió a un DVD.
(fuente en YouTube )