Tenemos que demostrar quién manda... dice Mauricio Macri por boca de la autora, a cuatro días de asumido y a punto de sacar los DNU con los que designaría a los dos nuevos miembros de la Corte Suprema, según su gusto y al margen del Poder Legislativo y del mismo Presidente de la Corte. (*)
Con el ejemplar en mis manos, me dispongo a leerlo. Y...¡oh sorpresa!
Al
margen del trabajo de investigación, que puede ser serio, concienzudo y
exhaustivo, el sesgo del mismo deja entrever que la mirada de la autora
no es NADA neutral. En apenas unas páginas, ya desde el comienzo, puede inferirse: el libro podría inscribirse en una lucha de poder entre dos
pesos pesados de la república: un poder Ejecutivo que no quiere obstáculos que le impidan alcanzar su objetivo y un poder Judicial, en la cabeza del
Presidente de la Corte Suprema, con su propio objetivo de poder. Una
lucha tremenda pero sobre todo, muy PELIGROSA para las instituciones y
la democracia misma.
"El señor de la Corte". Natalia Aguiar. (pág. 15) |
1.
La mirada sobre la ex presidenta Cristina Kirchner es sesgada,
tendenciosa, peyorativa y desliza una acusación sin fundamento: la ex
presidenta SE NEGÓ a traspasar los atributos presidenciales porque AL
PARECER "se habían negado a garantizarle impunidad judicial a ella y los
suyos". La supuesta seriedad de la autora en su investigación sobre
Lorenzetti se cae a pedazos con su mirada claramente Anti K que arriesga motivos sin ninguna base, ni siquiera un testimonio, sobre algo de tal gravedad. Y si además recordamos los recientes episodios de corrupción (hoy llamados
"conflictos de intereses" o "negocios incompatibles") del presidente
Macri, su familia, sus funcionarios, sus amigos, socios y testaferros, la suposición de la
autora suena antojadiza y tendenciosa, por no decir, mal intencionada. La saga de la fracasada entrega de los atributos presidenciales de Cristina a Macri bien podría inscribirse en la crónica del maltrato verbal, la prepotencia, la soberbia y la mala educación de Mauricio Macri, con sobrados ejemplos como para que no queden dudas (ver nota La buena educación en este blog).
La frase "Yo no manejo los jueces" también atribuida a Macri por la autora, se da de narices con la realidad presente y las presiones que llevaron a la renuncia a algunos jueces, al pedido de apartamiento constante a la Procuradora Gils Carbó a quien amenazan con juicio político, la persecución mediática a jueces y fiscales insumisos que se atreven a cuestionar medidas de gobierno reñidas con la legalidad, y un larguísimo etc. (**)
La frase "Yo no manejo los jueces" también atribuida a Macri por la autora, se da de narices con la realidad presente y las presiones que llevaron a la renuncia a algunos jueces, al pedido de apartamiento constante a la Procuradora Gils Carbó a quien amenazan con juicio político, la persecución mediática a jueces y fiscales insumisos que se atreven a cuestionar medidas de gobierno reñidas con la legalidad, y un larguísimo etc. (**)
2. La mirada sobre el presidente Macri no sólo es (supuestamente) neutra: observando toda la película (libro, censura, presentación, denuncias, actores involucrados) puede entenderse que, para la autora, Macri es la VÍCTIMA de las ansias desmedidas de poder, no sólo de la ex presidenta Cristina Fernández que además pretende impunidad y pone "bombas" en su camino, sino (ya ocupando la Primera Magistratura), del propio Presidente de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti. La frase que la autora le atribuye a Macri: "Tenemos que demostrar quién manda" suena por demás elocuente. No significa que esta lucha de poder no sea real, sino que, en el contexto del libro (la censura en librerías, la denuncia que el libro representa, quién acompaña a la autora en su presentación _la diputada Elisa Carrió_ y las denuncias que la misma viene realizando contra el propio Lorenzetti) queda bastante en evidencia que la pelea por el poder entre el Presidente Macri y el Presidente de la Corte Suprema se ha trasladado al ruedo editorial, sin abandonar los escenarios mediáticos o gráficos de diarios y revistas. En la nota anterior (La censura no existe, mi amor... ) mostramos cómo el mundo editorial fue, a lo largo de los años kirchneristas (2003-2015), un campo fértil de disputa simbólica donde muchos periodistas presentaban denuncias de supuestas investigaciones donde los blancos eran tanto el presidente Kirchner, como su esposa, la presidenta Cristina Fernández, sus funcionarios y/o allegados de diferentes ámbitos. La nota citada tenía como fin mostrar cómo, a pesar de la feroz campaña editorial de sospechosa seriedad había sido respetada plenamente la libertad de expresión de los autores y sus libros. A pesar de las acusaciones de autoritarismo, ninguno de ellos (ni libros ni autores) había sufrido censura o persecución. Y las críticas que sí existieron (al fin, todos tenemos derecho a responder acusaciones sin fundamento), fueron en especial hacia el universo periodístico, gráfico, radial y televisivo.
3. Que el libro se inscribe en esa pelea simbólica, con el mundo editorial como escenario, entre Macri y Lorenzetti a través de Elisa Carrió (diputada del partido ARI, aliada del PRO en #Cambiemos, el partido de gobierno), queda más que claro con esta invitación a su presentación:
Y entonces ya todo cierra. No quedan dudas que mis observaciones sobre la mirada sesgada de la autora (peyorativamente Anti K, piadosa con Mauricio Macri y su gobierno, maniquea con Ricardo Lorenzetti, supuesto victimario del presidente) eran acertadas. El libro podrá tener sustento en cuanto a sus investigaciones, pero lo pierde por su mirada parcial e intencionada hacia otros actores no menos importantes, como la presidenta Cristina Fernández, sus funcionarios y su entorno, incluso sus actos de gobierno. Si no fuera porque el objeto del libro es mostrar (atacar) la figura de Lorenzetti, antagónica de Macri, bien podría inscribirse en la lista denostadora de la galaxia editorial Anti K. Y una actora fundamental en esta movida contra Lorenzetti es la permanente acusadora del Presidente de la Corte Suprema, la diputada Elisa Carrió, aliada de gobierno de Mauricio Macri.
A veces no todo es lo que parece. Y otras veces, lo que ES finalmente aparece. Sólo hay que esperar, detenerse, observar, unir los puntos y puede verse la película completa. Las consecuencias de esta tremenda pelea entre dos representantes de los 3 poderes que conforman la República (Ejecutivo, Judicial, Legislativo) es una pésima noticia para nosotros, los ciudadanos de a pie, verdaderas VÍCTIMAS que quedamos como rehenes, y quienes no podemos tener garantizados derechos ciudadanos que, como consecuencia de esta PELEA, podemos perder.
No me atrevo a dudar del "intento de censura" que significó retirar todos los ejemplares del libro de Aguiar de las librerías. Pero la movida mediática denunciándolo y el personaje Lorenzetti y su lucha por el poder, sirvieron como un importantísimo efecto multiplicador del interés, que por supuesto a sus promotores les vino de perlas. Lástima que en las apariciones mediáticas de la autora no haya sido mencionado nunca ENTRE QUIÉNES se da la verdadera lucha por el poder, cuando parecía que la pelea era entre una periodista que quería contar LA VERDAD y un hombre poderoso que quería ocultarla. La verdadera pelea fue (auto) censurada en el discurso.
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(*) "El señor de la Corte. La historia de Ricardo Lorenzetti". Natalia Aguiar.
(**) Ver el libro "El Tano. Quién es Daniel Angelici", de Damiani y Maradeo.
(**) Ver el libro "El Tano. Quién es Daniel Angelici", de Damiani y Maradeo.
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