Las Plazas se viven y no se tocan.

El kirchnerismo-peronismo perdió el ballotage. Después, empezaron las Plazas...

Axel Kicillof, ex ministro de Economía, en una charla abierta en Parque Centenario.

Porque las Plazas venían de mucho antes, no eran ningún invento kirchnerista. Pero juntarse en las Plazas para festejar, para encontrarse, para cantar, eso era una constante de estos tiempos. También nos juntó la Plaza espontáneamente el día que murió Néstor, así, de repente, como un sopapo en pleno rostro, que nos llevó a miles y miles a juntarnos en... la Plaza. Aunque más no fuera para estar juntos, para abrazarnos, para llorar, llevar una flor, dejar un cartel en la reja, gritarle a ella: FUERZA, CRISTINA... Y en los festejos del Bicentenario fuimos millones, y esa vez no fuimos solo los K, pero el mérito de haber armado la "fiesta" fue del gobierno de Cristina, y fueron varios días gloriosos que culminaron con el canto del Himno a las 00 hs del 25 de Mayo coreado junto a millones...

Y como no podía ser de otra manera, a Cristina la despedimos... con una Plaza...

La "cultura de las plazas" fue una constante. A veces preparadas para festejar fiestas patrias, otras para festejar el cumpleaños de Cristina, incluso una casi fundacional en la que, quien escribe, debutó como "militante": el día que nos dimos cuenta que, si no salíamos a reventar la Plaza, a Cristina se la llevaban puesta. En el 2008, entre los sectores "del Campo" apoyados por las clases medias, y el fogoneo mediático de Clarín, querían atropellar el gobierno democrático. Y desde allí empezamos a salir en masa a llenar las plazas...

Cuando empezó el gobierno de Macri a querer llevarse todo por delante (atropello a la ley de Medios, trabajo de miles de estatales, gobierno por decreto, ignorancia del Congreso, nombrar jueces de la Corte por decreto...) también salimos a las Plazas... Esta vez para reclamar, para gritar y cantar en contra de los atropellos, a pedir y exigir que se respete lo logrado,  a pedir que no se destruya todo, pero también, comenzó un uso de los espacios abiertos para juntarnos a escuchar a los dirigentes, nuestros representantes, las voces de nuestros periodistas que Macri quiere callar (censura, demonización, despidos, estigmatizaciones, listas negras...), y nos apropiamos de los parques, como si las plazas nos quedaran chicas.

Además de la multitudinaria "plaza" que se juntó en la charla que el ex ministro de Economía brindó en Parque Centenario después del 10 de Diciembre (ver foto más arriba), hubo otras...

Los panelistas del programa 6,7,8 censurados por Macri, se encontraron con sus televidentes en Parque Saavedra.

Martín Sabbatella (NE), director de la AFSCA, da una charla abierta en Villa Gesell.

Es un fenómeno novedoso: miles y miles que nos conectamos a través de las redes sociales (Twitter, Facebook, Instagram...) o que nos conocemos de otros círculos, nos autoconvocamos o acudimos a la invitación para juntarnos y llenamos a reventar lugares públicos a escuchar, cantar, prometer, alentarnos, conocernos, y sentirnos en una común-unión. Somos los que vivimos estos años kirchneristas con alegría, celebrando cada paso dado, y que no queremos perder todo lo logrado. Si alguien osa desafiar la legitimidad o la existencia de esas plazas, podría cometer un ERROR irreparable...

Algunos dirigentes que pertenecen al Partido Justicialista, que fueron electos o gestionaron durante la era kirchnerista, están, como muchos, tratando de acomodarse a los nuevos tiempos. Una manera de hacerlo es redefiniendo el perfil del partido en su rol de oposición en la etapa neoliberal que empezó el 10 de Diciembre. La otra manera es definir "hacia adentro" del partido, cuál será el perfil que permanezca, el que sea capaz de apropiarse y seguir levantando las banderas históricas del peronismo: justicia social, independencia económica y soberanía política. El análisis del politólogo Edgardo Mocca (en Página/12 de hoy: La normalización nacional y el peronismo) aborda con lucidez teórica y claridad estos temas. Dice en un párrafo:

..."hay un sector de la actual estructura justicialista que quiere constituirse como nuevo centro político, sobre la base de sus posiciones dirigentes en un conjunto de provincias; es un centro heterogéneo cuya dirección también está en disputa. El macrismo actúa fuertemente sobre estas tensiones. Golpea lo más brutalmente posible al kirchnerismo y establece la lista de premios correspondientes a quienes estén dispuestos a despegarse de él bajo la fórmula de la convivencia democrática, los usos parlamentarios, el federalismo y otras nobles causas." (...) "Desde diversos sectores –incluidos dirigentes que apoyaron fuertemente al kirchnerismo– se agita dramáticamente la cuestión de la unidad del peronismo."

Sergio Massa (FR), Juan Manuel Urtubey (PJ Salta) y Diego Bossio, se reúnen para rediseñar (?) el Partido Justicialista.

 (Pero...) "La unidad tiene una racionalidad política que es la de la creación de condiciones para el triunfo de la causa común. Pero tropieza con dificultades si no logra especificar cuál esa causa común." (...) "La deliberación tiene que dar cuenta de un balance, de un juicio sobre el proyecto político que gobernó desde 2003, está obligado a apropiarse de una interpretación de esta experiencia en términos que den claridad sobre cuál es la propuesta futura del movimiento. Esa propuesta no tiene mucho para elegir en el medio entre recuperación crítica y profundización de la experiencia kirchnerista o readaptación del peronismo a la lógica de un bipartidismo que no vuelva a comprometer la normalidad política en el país."

La discusión "hacia adentro" del partido la protagonizan los que forman parte de los órganos del PJ, pero también deberá a incluir a quienes, desde otros sectores político-sociales se sumaron en estos años y que contribuyeron a darle su perfil particular al kirchnerismo. Pero hay un nuevo fenómeno, dice Edgardo Mocca: el de las "autoconvocatorias" que recorren todo el país y que se han convertido en un "actor político en sí mismo".(...)

"Hay quien quiere interpretar la movilización popular de estos días como un estremecimiento de minorías intensas, poco menos que como una catarsis colectiva." (...) "Los medios, por su parte, presentan la cuestión como producto de sectores reducidos del “ultrakirchnerismo”. (...) Las movilizaciones en las plazas constituyen un nuevo actor político. Y por eso está en juego cómo son comprendidas por los sectores que en la discusión peronista participan a favor de la continuidad del compromiso del movimiento con el proceso transformador hoy interrumpido. Si se mira estas movilizaciones con desdén, si se desconfía de ellas o se las desvaloriza como fenómeno político, puede favorecerse a quienes impulsan la reconversión del movimiento hacia la normalidad neoliberal, lo que es una forma de revivir en nuevas condiciones el imaginario menemista. El silencio y la pasividad popular son los mejores aliados de esa reconversión regresiva del peronismo, envuelta en el decorado del pragmatismo y la defensa de la unidad del movimiento." (...)

Trabajadores despedidos del Centro Cultural Kirchner son acompañados en sus reclamos.

"En estos primeros días de gobierno neoliberal, que se ve a sí mismo como portador de un nuevo régimen político, la movilización callejera ha sido el animador principal y casi excluyente de la oposición al accionar ilegal y tendencialmente violento del nuevo gobierno, sin proponerse como estructura alternativa a las que componen el FpV, sino rodeada de las referencias políticas que mejor expresan sus demandas." (*)

Autoconvodados se juntan frente al Congreso de la Nación reclamando la apertura de Sesiones Extraordinarias, frente al abuso de los Decretos de Necesidad y Urgencia del presidente Macri.

Señores y señoras, las Plazas no se tocan: se las vive, pero también se las escucha y se las respeta. Quien quiera oirlas, que las oiga.

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 (*) La normalización nacional y el peronismo. (Edgardo Mocca. Página 12).
Recomiendo también la excelente nota de Washington Uranga sobre el mismo tema:
Plazas y acción política. En Página 12: 19/2/16.