Señor, perdona nuestros archivos...!

Miguel Rodríguez Arias en su estudio.

Era la campaña del Partido Justicialista en la apertura democrática del 83. Los peronistas realizaban su acto en el Estadio de Vélez, ante 60.000 fervorosos espectadores. Presente en el palco estaba Deolindo Felipe Bittel, candidato a vice acompañando a Italo Lúder, quien coronaba el evento con su discurso. Cuando fue su turno, con el énfasis apropiado de una arenga y apelando a las viejas consignas peronistas, se lanzó al ruedo:

"...la alternativa de la hora es "liberación o dependencia", y nosotros vamos a optar por...la dependencia"...

Escuchado por varios miles, el fallido de Bittel quedó estampado para siempre en la historia de los lapsus célebres de políticos y funcionarios. Según el mismo Miguel Rodríguez Arias, éste sería el germen de lo que luego se transformaría en el registro más impresionante de tantos otros archivos de voces e imágenes, que ayudarían para conocer "la verdad" de aquellos que, dicen una cosa, cuando en realidad hubieran querido o debido decir otra.

El análisis del discurso es una de las muchas herramientas en las que el psicoanális se detiene para observar cómo el subconsciente se cuela en nuestra vida cotidiana consciente para manifestar aquello que, por diferentes razones, quisiéramos esconder. No todo lo que decimos está bajo nuestro control, y los fallidos o lapsus linguae, lo demuestran. Pero si el fallido lo tiene un funcionario, un legislador o un gobernante, y si el fallido expresa una idea contraria a lo que se está diciendo, el tema se transforma en crucial: es la credibilidad y la confianza lo que está en juego, confianza depositada por los ciudadanos que los eligieron, o puestas en el gobernante que luego los ubicó en el lugar que ocupan. Partiendo de esa premisa, Miguel Rodríguez Arias, psicólogo, publicista, guionista, realizador de programas de televisión, comenzó en 1983 su registro de horas de televisión que ahora tiene más de 30.000 de grabación y que se transformaron en una película (Las patas de la mentira) fragmentada y presentada en varias partes. Fue el comienzo de una nueva manera de mirar por televisión lo que los personajes públicos decían, mientras pretendían ocultar lo que pensaban. Pero luego el análisis se detuvo también en los dichos de manera consciente, y de los que la desfachatez amoral de los 90 hacía gala. Ya no se trataba sólo de fallidos, sino de discursos que expresaban la amoralidad de manera explícita. "Las patas..." luego se trasladó a la televisión, con la presentación en el programa de Lalo Mir (ver la lista de los trabajos realizados para televisión en ésta página: http://www.rodriguezarias.com/). Más adelante, el formato fue "tomado" para otra serie de programas (PNP, Perdona nuestros pecados) que conducía Raúl Portal, en los que básicamente se apropiaba del formato de archivos pero con un enfoque más humorístico, y finalmente llegamos hasta el presente con los programas de la productora PPT (Pensado Para TV) de Diego Gvirtz, en los que el formato es utilizado sobre todo para analizar el discurso de los medios (televisivos, radiales y gráficos) para mostrar la manipulación de la información, y también para enfrentar con sus propias contradicciones los discursos de funcionarios y/o políticos a través del tiempo. Una frase que se hizo famosa da cuenta de la importancia que, desde 1983 a la fecha, este tipo de formato ha ido adquiriendo: Nadie resiste un archivo. Lo cual no es cierto para todos, pero sirve como excusa para aquellos que, a través de los archivos, son confrontados con sus flagrantes contradicciones.

"Las patas de la mentira" causó sensación en su momento, sobre todo porque fue exhibida en la pantalla grande, pero en el presente, aun cuando pueden verse en YouTube, es notable la vigencia que esas imágenes y sonidos tienen: la mayoría de los personajes que aparecen allí todavía están pululando por nuestro medio: periodistas, ex presidentes, ex funcionarios, aun son vistos y escuchados. Algunos murieron, otros todavía rondan por la televisión, entrevistados o conduciendo programas (como Mariano Grondona), personajes de la farándula (como Mirtha Legrand), candidatos a presidente (como Eduardo Duhalde), periodistas como Horacio Verbitsky, que por los noventa había publicado dos libros que trataban de reflejar la corrupción que al gobierno de Menem le explotaba en la cara cada día: Robo para la corona y Hacer la Corte, referidos el primero a la privatización de empresas del Estado y el segundo al manejo de la Corte Suprema para eludir la Justicia, que se hubiera hecho una fiesta de no haber estado corrompida, en tiempos en los que, según decía el mismo Mariano Grondona, "había MAFIA en el país"...

Miguel Rodríguez Arias cambió la manera de mirar tanto de los espectadores como de quienes se sirven de la televisión, y mostró cómo este medio, con su poder de llegada, pudo incluso reemplazar a la política, en especial durante los 90. A diferencia de lo que ocurre en estos días en que la política se manifiesta, principalmente, en las calles, aunque también en los medios cibernéticos, "el gran aliado de Menem no fue la calle, sino la televisión", tal como dice hoy el sociólogo Luis Alberto Quevedo. Periodistas como Bernardo Neustad o Mariano Grondona, incluso Mirtha Legrand con sus almuerzos, convocaban las más altas audiencias, y allí se mostraba Carlos Menem, pero también sus funcionarios y/o legisladores.

En esta primera parte puede verse a, por ejemplo...
Carlos Menem (presidente de la Nación)
Bernardo Neustadt (periodista, conductor de Tiempo Nuevo)
Raúl Granillo Ocampo (Sec. Legal y Técnico de la Presidencia)
Alberto Kohan (Sec. Gral. de la Presidencia)
Marcelo Longobardi (periodista)
Mariano Grondona (periodista de Hora Clave)
Luis Barrionuevo (interventor de ANSSAL)
Horacio Verbitsky (periodista, autor de Robo para la corona y Hacer la Corte)
Miguel Ángel Toma (Diputado)
Mirtha Legrand (ex actriz, conductora de Almorzando...)
Julio Ramos (periodista dueño de Ámbito Financiero)

En esta 2ª parte aparecen...
Néstor Ibarra (periodista)
Luis Moreno Ocampo (ex fiscal de la Cámara Federal)
Graciela Camaño (diputada, esposa de Luis Barrionuevo)
Andrés D´Alessio (ex camarista de la Cámara  Federal)
María Julia Alzogaray (luego interventora de ENTEL y privatizadora)
Miguel Ángel Toma (Diputado)
Eduardo Duhalde (Vicepresidente)
Álvaro Alzogaray (ex ministro de Economía)
Domingo Cavallo (ministro de Economía)
Jorge Yoma (Diputado)

Dice Miguel Rodríguez Arias a través de un separador:

"En los ´90 el discurso se utilizaba para legitimar y generalizar la amoralidad entre la población".

Pero lo más interesante de volver a ver estos archivos es que muchos de sus protagonistas todavía están entre nosotros, vivitos e impunes, salvo muy contados casos, como el de María Julia Alzogaray que fue procesada, detenida y ahora se  encuentra excarcelada. El resto, por aquí están, incluso alguno de ellos con ganas de volver a ser presidente...

(Ésta es sólo una muestra del trabajo de Rodríguez Arias para Las patas de la mentira. En YouTube pueden encontrarse el resto de las partes de este trabajo).

Y para concluir, una muestra de uno de los herederos del formato de Las patas de la mentira, el programa 6,7,8, mostrando la impostura de Mauricio Macri quien, fuera de cámara, se burla de Pino Solanas y sus denuncias, mientras reconoce la ilegalidad de su candidato, Francisco de Narváez, respecto del uso de fondos para la campaña publicitaria.

Quien subió el video a YouTube (videosmdp) aclara que el mismo fue censurado en la web:

El Jefe de la ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri, cuenta algunas irregularidades de la campaña de su compañero de partido, Francisco de Narváez, y de paso también se burla de las críticas de Pino Solanas sobre los prostíbulos que aún funcionan en la ciudad con total complicidad de la policía y la ciudad. A lo que hace referencia al principio es al límite autorizado para el gasto de campaña, fijado en $1,50 por cada elector del distrito. En el caso de De Narváez, el límite para la provincia de Buenos Aires para las elecciones legislativas de 2009 era de $15.525.587, que fueron ampliamente excedidos por el candidato del PRO.

Nadie puede dejar de reconocer el mérito del precursor y creador del formato "uso de archivos", aun cuando el mismo haya recurrido a la Justicia para reivindiar su autoría original, acusando de plagio a los que retomaron el formato para otros programas. Dice Rodríguez Arias:

La forma de ver televisión ha cambiado para siempre. Ya no es un momento único e irrepetible porque hoy varios programas repiten los fragmentos que ya fueron difundidos y son responsables del subgénero denominado “televisión autorreferencial”. Aunque el objetivo sea diferente al de Las patas de la mentira, porque han desvirtuado el discurso como herramienta de conocimiento, el formato es el mismo. Y se observa, al menos, otra transformación importante en la actitud de los políticos: al saberse observados, al menos cuidan las formas. (ver nota completa acá).

Revisar los archivos es un excelente ejercicio de memoria en tiempos de inmediatez mediatizada en la que la noticia y la primicia son las estrellas. Hoy nuestra mirada no debería enfocarse sólo en los fallidos y en la explicitación amoral de los discursos (aun con lo importante que resultan) sino en aprender, en una mirada mucho más amplia, a decodificar los signos de la manipulación que los medios de masas pretenden imponernos a través de la construcción del relato que les conviene a sus intereses corporativos.

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