Los brujos pifiaron otra vez...!

Habitualmente, cuando se acerca el fin de año se hacen balances y se piensa en lo que pasará en el año que se inicia. Y los economistas son los pronosticadores preferidos por algunos medios para pedir pareceres al respecto. Curiosamente, siempre se consulta a los mismos, que rara vez aciertan con sus visiones a futuro, sin embargo, siguen mostrándose en los mismos medios (gráficos o televisivos), en los mismos programas y con los mismos periodistas. Este domingo en el suplemento Cash del diario Página 12, el periodista Roberto Navarro, especialista en economía, realizó un interesante análisis acerca de las fallidas visiones a futuro de conocidos economistas del medio.
En este cuadro se realizó una síntesis de la información brindada por el periodista, a fin de facilitar su visualización.

    

Dice Roberto Navarro en su nota:La mayoría de los economistas que pronostican un pobre 2010 son de cuño neoliberal, aunque en los últimos años se han sumado a ese festival de pronósticos errados economistas que se denominan de centroizquierda. En sus opiniones marcaron claramente que los 2 ó 3 puntos que iba a crecer la economía vendrían de la mano del “viento de cola” internacional. Por ideología, sólo cuentan en sus estimaciones con la fuerza del mercado, sin mensurar lo que pueden sumar las políticas públicas. Buena parte del crecimiento que no vieron se debió a un marco macroeconómico sólido y estable, a un fuerte incremento de la inversión pública y el apoyo de la banca pública a la producción, entre otras medidas. (…) Estos  economistas trabajan para grandes grupos nacionales e internacionales que están en desacuerdo con la actual política económica. A diferencia de lo que estaban acostumbrados (y desearían) el Gobierno interviene en los mercados (dirigidos esta vez, por decisiones políticas). Pronosticar el fracaso de la economía, además de generar expectativas negativas en el mercado, es una señal de disconformidad hacia las políticas del Ejecutivo.



Y cierra la nota el periodista:

Mientras en los 90 cerraban decenas de miles de fábricas y se perdían millones de puestos de trabajo, los economistas neoliberales no tenían otra salida para apoyar el modelo que seguir la frase creada por Carlos Menem: “Estamos mal pero vamos bien”. En los últimos 7 años, ante la contundencia de los resultados obtenidos con un modelo antagónico al que promueven, no tuvieron mejor idea que dar vuelta la frase: “Estamos bien, pero vamos mal”.

Lamentablemente, estos personajes seguirán apareciendo porque sus discursos son funcionales, ya sea porque pretenden una profecía autocumplida, o porque necesitan presionar de todas formas para la concreción de los intereses de aquellos a quienes representan. Ésa es la razón por la que son convocados por determinados medios (televisivos o gráficos) por determinados periodistas y en determinados programas.

Lo más penoso es que las profecías a veces se cumplen alimentadas por los crédulos que necesitan que les mientan, y otras veces sólo sirven para fogonear el mal humor general. Por suerte, todavía quedan voces lúcidas que no ocultan ni disfrazan la realidad.

______________________________________________