La lógica del pajarito: Neustadt, TN y 6,7,8...

Imagen de publicidad de Twistos.

             La "lógica del pajarito" aplicada a la publicidad de Twistos es sencilla, como son los recursos publicitarios que apelan a la retórica y a la redundancia: el mensaje se repite casi hasta el infinito, apoyado en la imagen personificada del pajarito que picotea mientras habla, también hasta el infinito. La presencia personificada del pajarito es la explicitación del recurso. El mensaje es claro y la eficicacia está garantizada: el mensaje repetido del pajarito está anclado en mandatos internalizados, que se refuerzan por su relación con necesidades humanas básicas. Como bien saben los publicistas, para que el mensaje llegue a destino, debe dirigirse hasta lo más profundo: la necesidad de ser aceptado, reconocido, amado se canaliza en el universo consumista en encontrar el producto que satisfaga esa necesidad. La joven del aviso (similar a cualquier chica) está en una disyuntiva: liberarse de los mandatos (ser atractiva para ser aceptada/amada) o liberarse de ellos. La solución la da el producto, o al menos es lo que la publicidad pretende que creamos.

      La misma lógica del pajarito es la que utilizan la mayoría de los medios de comunicación de masas. El mensaje que transmiten va más allá de las palabras. Se refuerza con las imágenes (a veces en relación contradictoria con las palabras, en otros casos redundante o complementaria), con los sonidos (que generalmente se pierden, a menos que no se esté mirando la imagen), con los textos de los "zócalos" pero sobre todo, con la repetición, con la redundancia. El mismo mensaje es repetido por el mismo canal (si es de noticias, por ejemplo), en diferentes horarios, por otros canales también en diferentes horarios, y a lo largo de los días, y a veces sostenido en el tiempo. Algunas veces el mensaje es explícito, otras, está disfrazado, ocultando su verdadero objetivo.

Pantalla de TN: Todo Noticias, del Grupo Clarín.

      Un ejemplo paradigmático de la "lógica del pajarito" fue, en su momento, el periodista Bernardo Neustadt con su programa Tiempo Nuevo, cuando a través de un lenguaje llano, coloquial, apelando a la cotidianeidad y sencillez de un personaje ideal (doña Rosa), a la cual dirigía sus mensajes, convencía de la conveniencia y necesidad de aceptar políticas neoliberales que beneficiaban a determinados sectores sociales (clase alta y media alta) perjudicando al resto, como si fueran la mejor opción para orientar sus vidas. Y el mensaje que transmitía era repetido machaconamente a lo largo de todos sus programas, logrando a lo largo del tiempo, que su mensaje se tradujera en aceptación convencida o resignada. Su frase "No me dejen solo", era un símbolo de la relación afectivo-coloquial, familiar, que establecía con sus espectadores.

Periodista Bernardo Neustadt

           Los medios pertenecientes al Grupo Clarín (en especial, el canal TN, canal 13, diario Clarín), utilizan una lógica similar. Enfrascados en estos tiempos en una lucha feroz con el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, utilizan recursos de lo más variados para disfrazar este enfrentamiento designándolo "lucha contra la libertad de expresión". Un político argentino de la UCR (Chacho Jarovslasky) había acuñado una frase: "Clarín ataca como un partido político y se defiende con la "libertad de expresión". Cada vez más devaluado en su credibilidad, el Grupo ataca a través de sus medios tratando de evitar que sus mensajes encubiertos sean develados. Ocultando información, minimizando la importancia de los actos de gobierno si son positivos, exagerándolos si son negativos, alimentando el enfrentamiento entre el Gobierno y sectores (o personajes) de la oposición, tergiversando la información, trata que los verdaderos objetivos del grupo (cuya dueña es la Sra. Ernestina Herrera de Noble, y su principal ejecutivo, Héctor Magnetto), queden siempre ocultos tras la supuesta "libertad de expresión" y la "libertad de prensa".

      Pero el recurso más utilizado por el Grupo es la repetición, la "lógica del pajarito": los titulares de su diario, las imágenes (las que muestra y las que oculta) del noticiero y de TN, la publicidad en todos sus canales, incluídos los de Cable (como en la época de la discusión por la Ley de Medios de Servicios Audiovisuales), los mensajes y discursos de sus periodistas (en especial en las radios del Grupo y en el diario Clarín), ayudado por su socio en Papel Prensa, el diario La Nación y sus periodistas, más la colaboración desinteresada (?) de algunos políticos de la oposición, el Grupo Clarín se ha transformado en el más claro ejemplo de la aplicación de la "lógica del pajarito".

      Desde la Televisión Pública (canal 7), un programa de televisión convoca de manera fervorosa y participativa a miles de espectadores que, noche a noche frente a su pantalla, sienten que han encontrado un espacio diferente al predominante durante tanto tiempo, con un grupo de periodistas que se juega mostrando abiertamente su adhesión a un gobierno por el que se sienten representados, y con un proyecto con el que se identifican: 6 (periodistas) en el (canal) 7 a las 8 (de la noche)...Familiarmente conocido como 6,7,8...

                                   

Este programa, denostado por muchos que se oponen al gobierno, y admirado y amado por sus seguidores, ha realizado algo novedoso, pero con  recursos conocidos: por medio de la utilización de videos y sonidos de archivo, discutiendo en vivo sus contenidos e invitando a debatir a personajes de diferentes ámbitos, ha logrado invertir la lógica del pajarito utilizada por la corporación mediática: ahora la repetición es utilizada para analizar, comparar, descubrir, traer a la memoria, debatir...aquello que los otros medios entregan a sus audiencias de manera digerida.

Unidas casi sin solución de continuidad al apoyo a la Ley de Medios, las audiencias de 678 son sólo una muestra de una nueva manera de informarse que se está gestando de manera algo caótica y vertiginosa: los usuarios de Facebook, los de Twitter, los cientos de blogs creados al calor de la consigna Nac&Pop (Nacional y Popular), muestran no sólo que cada vez  más gente busca informarse de manera horizontal y diversificada, sino que esa misma gente necesita expresarse, y lo hace también de manera diversificada. (Quien esto escribe también ha encontrado en este espacio abierto y fluyente que es el ciberespacio, la posibilidad de informarse, relacionarse y expresarse como tal vez nunca antes podría haberlo hecho). El programa 678 no sólo hace propias, recogiendo el guante, las descalificaciones que se le dirigen (ser "la mierda oficialista", por ejemplo), sino que crea su propio discurso, reciclando la información que circula, no sólo en los medios de las corporaciones, sino en otros ámbitos, como el de otros periodistas, el de politicos opositores al gobierno (o a las medidas políticas del mismo), el de las radios, por medio de canciones sencillas y originales (como las de Barragán) o creando videos, dando nacimiento a un nuevo lenguaje lleno de guiños para uso de sus adeptos y crispación de sus adversarios.

TN y el pajarito.

Utilizando el mismo recurso que aplica la corporación mediática, 678 cambia el texto de la publicidad por el mensaje que transmite TN. Una dosis de su propia medicina.

El programa enseñó a sus audiencias a "leer entre líneas", a relacionar los mensajes presentes con los pasados, a comparar los textos de los zócalos con las imágenes y los sonidos, a buscar información en diferentes medios. Y sus audiencias se sienten no sólo representadas, sino agradecidas. 678 (su producción y sus periodistas) les abre los ojos...y los oídos. El programa 678 es un caso raro  en el que, como pasa en escasas ocasiones, confluyen una serie de elementos que dan origen a un fenómeno que sólo con el tiempo podrá explicarse cabalmente, y sólo el tiempo será quien valore de manera justa su significación. Mientras tanto, sus protagonistas (los periodistas y sus fans) continúan haciendo historia y deleitando a sus audiencias fanáticas, mientras el resto no puede dejar de mirarlo, aunque lo detesten.