Preguntas,
preguntas, preguntas…
Preguntas retóricas cargadas de ironía que ya arrastran la respuesta…
Preguntas cargadas
de dudas, auténticas dudas que buscan un ancla para salir del remolino…
Preguntas cargadas
de signos de otras preguntas que sólo muestran al que boya en el torbellino sin
historia, sin memoria que le ayude a buscar un ancla en el presente…
Cayó un
meteoro, atravesó las redes y las llenó de confusión. No las rompió, pero las
transformó en una maraña desordenada en la que los desorientados tratamos de
atrapar algo que nos ayude para entender en qué hueco de la red quedamos. El meteoro se transformó en gestos, en palabras, que cayeron en las
redes de los exégetas y los interpretadores. Cada uno de ellos según su saber,
su mediocridad, su sabiduría, sus valores o sus intereses, dieron a esas
palabras y a esos gestos un sentido.
La red continúa
sacudiéndose como cuando el disparo del goleador la golpea y la impacta de
manera brutal. En el T.E.G. del mundo Argentina ha pasado a ser nombrada. Tan
popular como en su momento fue la ignota Kamchatka, que nadie sabía que existía
y mucho menos dónde quedaba, pero se
hizo tan famosa para los que lo jugábamos.
¿Un Papa argentino?
¡Quién lo hubiera dicho!
Argentina recibió tal meteoro como a un Tsunami. Rápidamente, en las redes del sentido salieron a opinar
representantes de la derecha antikirchnerista, desde los más cautelosos hasta
los más eufóricos, y hasta los excitados ultramontanos. Casi casi convirtieron
al meteoro en la espada vengadora y justiciera que vendría, como el ángel del
Apocalipsis, a terminar con la dictadura K, con los juicios a los “perseguidos”
represores y violadores de los DDHH, con los populismos latinoamericanos…
Asomaron en algunos balcones banderas papales, aparecieron en algunos negocios
afiches de Francisco el Papa (regalados por Clarín o La Nación, la verdadera oposición al gobierno), y hasta exóticas cintas amarillas y blancas en los pechos de los acusados por
delitos de lesa humanidad en el juicio por La Perla, Córdoba (*).
¡Claro! La inesperada elección del Papa argentino voló la cabeza de la oposición. Como si hubieran ganado la elección con el candidato papal, quien tantas veces se había mostrado contrariando el discurso del gobierno. Un
gobierno que había optado por no participar del famoso Tedeum anual en la
catedral porteña, y durante cuyo mandato había sido aprobada, por ejemplo, la
Ley de Matrimonio Igualitario. Allí siendo obispo de Buenos Aires, el ahora
nombrado Papa se había plantado hablando de “plan de Dios”, de destrucción de
la familia y había aconsejado que la política se ocupara de las cosas “realmente
importantes”.
El ahora Papa venía siendo cuestionado desde hacía mucho tiempo por su rol durante la Dictadura. Y su elección produjo en muchos, (entre los que me cuento), una furibunda indignación cargada de vergüenza: un representante de la jerarquía de una Iglesia argentina, cómplice de las Dictaduras, de la desaparición de personas, de la apropiación indebida de bebés (hijos de los desaparecidos), un representante de ÉSA Iglesia, iba a estar ahora en el puesto más alto. Indignación y vergüenza. Eso es lo que muchos sentimos, mientras otros lloraban de alegría y se llenaban de orgullo.
El ahora Papa venía siendo cuestionado desde hacía mucho tiempo por su rol durante la Dictadura. Y su elección produjo en muchos, (entre los que me cuento), una furibunda indignación cargada de vergüenza: un representante de la jerarquía de una Iglesia argentina, cómplice de las Dictaduras, de la desaparición de personas, de la apropiación indebida de bebés (hijos de los desaparecidos), un representante de ÉSA Iglesia, iba a estar ahora en el puesto más alto. Indignación y vergüenza. Eso es lo que muchos sentimos, mientras otros lloraban de alegría y se llenaban de orgullo.
Entonces las
redes empezaron a mostrar otras señales: el futuro Papa era peronista (¿?) y de
San Lorenzo (¿?) y había caminado por las villas miseria y había hecho la
“opción por los pobres”, y era humilde, sencillo, y para rematarla, había
elegido el nombre de…..¡Francisco! Francesco,
il poverello de Asís, el fraile que abandonó sus riquezas para darlas a los
pobres, se calzó una túnica y sandalias, formó comunidades de humildes y
desafió la riqueza del Vaticano con su pobreza “franciscana”.
Las señales
continuaron. La Presidenta quien, supuestamente, había protagonizado el
enfrentamiento con el obispo, era la primera invitada por el futuro Papa, y no
sólo a un encuentro de diez minutos sino a un almuerzo completo de más de dos horas. Intercambiaron regalos, y el futuro Papa le dio un beso a Cristina quien,
conmovida, expresó: _”Nunca antes me había besado un Papa”._
Y la imagen del Papa argentino besando a su antigua oponente recorrió el mundo.
Y la imagen del Papa argentino besando a su antigua oponente recorrió el mundo.
Cristina Fernández de Kirchner entrega al Papa Francisco un juego completo para mate realizado por gente del Plan "Argentina trabaja". |
Señales…
Queda pendiente
"el temita de su pasado durante la Dictadura", y los testimonios, y los
documentos que dan fe de ese pasado (**). Mientras algunos rescatan su apoyo a las
víctimas de la trata (de personas) y del trabajo esclavo, de la tragedia de
Once y de los pobres de las villas, otros recuerdan los testimonios y las
denuncias. Y no simples denuncias. Se lo señala como cómplice de las detenciones de dos curas
jesuitas que trabajaban en las villas del Bajo Flores (cuando él era el
Provincial de la Compañía de Jesús). O el reclamo de las Abuelas de Plaza de Mayo, a quienes
nunca recibió ni dio su apoyo, quienes siguen esperando
que, representantes de la Iglesia como el ahora Papa, contribuyan con lo
que saben para poder recuperar a tantos nietos, hijos de los desaparecidos, aún no
identificados.
Y en las redes, las
pequeñas moscas atrapadas tratamos de entender dónde estamos parados, cómo interpretar
las señales, cómo continuar el camino luego de la caída del meteoro.
Puede entenderse y aún celebrarse la
actitud de la Jefa de Estado quien, con su estratégica inteligencia, se reúne en un
encuentro cordial con el supuesto enemigo-opositor ahora Papa, ocasión
que aprovecha para enviar dos señales muy claras: el regalo que
entrega al obispo está realizado por gente del plan “Argentina trabaja”
(“Nosotros a los pobres les damos trabajo”, dice el mensaje implícito del regalo), y el pedido de
mediación por Malvinas. Aún cuando el Santo Padre no pudiera mediar por ser
parte interesada (ya que manifestó claramente su postura en el tema, además de ser argentino) podría
enviar un mensaje favorable que desde su nuevo lugar de poder sería escuchado
de otra manera.
Pero…¿qué otras
cosas podría Francisco el Papa realizar desde su nuevo lugar?
En la impresionante
movida por limpiar una imagen tan poco favorable en relación con los DDHH,
salieron alfiles como el Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, quien (además de subrayar que no había sido cómplice ni habia entregado gente), negó
lo que él mismo había dicho 8 años atrás,(2) y una antes combativa Hebe de
Bonafini (Madres de Plaza de Mayo) con una piadosa y comprensiva “carta a
Francisco” (3). Pero antes de ellos hubo otros, tal vez menos connotados, pero no
menos importantes.
¿Y qué hacemos
entonces con nuestras banderas de MEMORIA para encontrar la VERDAD y alcanzar
la JUSTICIA? ¿Lo pasado pisado?, como tituló el periodista que más investigó en
el pasado de Bergoglio-Francisco y de la Iglesia durante la Dictadura, Horacio Verbtisky (presidente del CELS),
una de sus notas. (1)
En el mundo
cristiano, las palabras reconciliación, perdón, expiación, son alentadas y
estimuladas. Ya que nos acercamos a la celebración de las Pascuas, no vendría
nada mal recordarlas. Pero también está muy cerca el recordatorio del 24 de Marzo, cuando quienes defendemos la memoria, la verdad y la justicia, rendimos homenaje a todos los desaparecidos y a todas las víctimas de la Dictadura que comenzó ese infausto día. Podríamos
reconciliarnos con el pasado siempre que aceptemos que ese pasado existió,
sin negarlo. Y hasta perdonar, si tenemos la
capacidad de aceptar que somos humanos, falibles y que por lo tanto, podemos nosotros
también cometer errores.
Pero también está
la muy cristiana expiación: el que reconoce que cometió errores (pecados) puede arrepentirse, pedir perdón y además realizar todas las reparaciones que
estén a su alcance como para que le sean perdonados.
Es lo que hizo María
Magdalena, y la convirtieron en Santa!
_________________________________________
(*) En la ESMA como en La Perla –dos de los campos de concentración y desaparición por donde pasaron casi 8 mil personas–, aquellos que torturaron y asesinaron siguen hasta hoy diciendo que lo hicieron en nombre de Dios, de su dios, y que sacerdotes y religiosos católicos los acompañaron y apoyaron y reafirmaron en esas decisiones. Torturando se hacía el bien; asesinando se cumplía con el plan de Dios, haciendo desaparecer se eliminaban demonios y no personas. (Ver punto 9): Capítulo de Fortunato Mallimaci, citado más abajo).
(**) Artículos en el diario Página/12 del 11 y 18 de abril y del 2 de mayo de 2010 del periodista Horacio Verbitsky, donde se muestra con testimonios múltiples de otros sacerdotes y religiosos la colaboración y participación del actual cardenal de la ciudad de Buenos Aires –en aquel momento superior de los jesuitas de la Argentina (Jorge Bergoglio)– en el proceso de detención y desaparición durante la dictadura de dos sacerdotes jesuitas que trabajaban en barrios populares. (Se refiere a los sacerdotes jesuitas Orlando Yorio y Francisco Jalics).
(*) En la ESMA como en La Perla –dos de los campos de concentración y desaparición por donde pasaron casi 8 mil personas–, aquellos que torturaron y asesinaron siguen hasta hoy diciendo que lo hicieron en nombre de Dios, de su dios, y que sacerdotes y religiosos católicos los acompañaron y apoyaron y reafirmaron en esas decisiones. Torturando se hacía el bien; asesinando se cumplía con el plan de Dios, haciendo desaparecer se eliminaban demonios y no personas. (Ver punto 9): Capítulo de Fortunato Mallimaci, citado más abajo).
(**) Artículos en el diario Página/12 del 11 y 18 de abril y del 2 de mayo de 2010 del periodista Horacio Verbitsky, donde se muestra con testimonios múltiples de otros sacerdotes y religiosos la colaboración y participación del actual cardenal de la ciudad de Buenos Aires –en aquel momento superior de los jesuitas de la Argentina (Jorge Bergoglio)– en el proceso de detención y desaparición durante la dictadura de dos sacerdotes jesuitas que trabajaban en barrios populares. (Se refiere a los sacerdotes jesuitas Orlando Yorio y Francisco Jalics).
Notas relacionadas:
1) Pasado pisado. Horacio Verbitsky
2) Pérez Esquivel 8 años atrás (video)
3) Carta de Hebe de Bonafini a Francisco.
4) El ex juez Baltasar Garzón propone que se abran los archivos del Vaticano sobre la Dictadura argentina.
5) Iglesia y Dictadura: Horacio Verbitsky en Bajada de línea. (video)
6) El rol de la Iglesia Católica durante la Dictadura. (video)
7) La Iglesia conocía los crímenes de la Dictadura (video: Reportaje al periodista Horacio Verbitsky).
8) El Papa puede abrir puertas para encontrar a los desaparecidos. Estela de Carlotto.
12) Iglesia argentina y dictadura: silencio cómplice y resistencia de algunos.
13) Entre los religiosos católicos también hubo víctimas del terrorismo de Estado.
Bibliografía:
9) Cruces, intersecciones y conflictos. Clacso. Capítulo: Sostén católico del terrorismo de Estado de la última dictadura cívico militar religiosa en Argentina. Fortunato Mallimaci.
10) "El silencio": de Paulo VI a Bergoglio. Las relaciones secretas de la Iglesia con la ESMA. Horacio Verbitsky. Edit. Sudamericana. 2006.
11) "Iglesia y Dictadura". Emilio Fermín Mignone. Ediciones del pensamiento nacional. Bs. As. 1986.
2) Pérez Esquivel 8 años atrás (video)
3) Carta de Hebe de Bonafini a Francisco.
4) El ex juez Baltasar Garzón propone que se abran los archivos del Vaticano sobre la Dictadura argentina.
5) Iglesia y Dictadura: Horacio Verbitsky en Bajada de línea. (video)
6) El rol de la Iglesia Católica durante la Dictadura. (video)
7) La Iglesia conocía los crímenes de la Dictadura (video: Reportaje al periodista Horacio Verbitsky).
8) El Papa puede abrir puertas para encontrar a los desaparecidos. Estela de Carlotto.
12) Iglesia argentina y dictadura: silencio cómplice y resistencia de algunos.
13) Entre los religiosos católicos también hubo víctimas del terrorismo de Estado.
Bibliografía:
9) Cruces, intersecciones y conflictos. Clacso. Capítulo: Sostén católico del terrorismo de Estado de la última dictadura cívico militar religiosa en Argentina. Fortunato Mallimaci.
10) "El silencio": de Paulo VI a Bergoglio. Las relaciones secretas de la Iglesia con la ESMA. Horacio Verbitsky. Edit. Sudamericana. 2006.
11) "Iglesia y Dictadura". Emilio Fermín Mignone. Ediciones del pensamiento nacional. Bs. As. 1986.
2 comentarios:
Interesante invitación para desempolvar esa MEMORIA, tan elusiva, tan frágil, que tantos tratan de sepultar a como dé lugar. Y sin embargo, será mediante su empleo constante que serán posibles logros verdaderos y duraderos en nombre de TODA la ciudadanía.
No olvidemos que el nuevo Papa es conservador. Tampoco, que el asesino Videla es asimismo, además de conservador, sumamente austero. Sencillez de costumbres y viajar en subte no implican necesariamente ser buena persona.
No olvidemos que JAMAS, la cúpula de la iglesia católica, tanto nacional como vaticana, recibió a Abuelas y Madres ni hizo un reconocimiento con el debido pedido de perdón por las atrocidades de las que tuvieron concretas noticias, cuando no directa participación.
Por último, un aplauso sonoro para el "modesto" consejo de Hebe a Francisco respecto a "no luchar por una iglesia para los pobres" instándolo en cambio a unirse a todos los que en este mundo injusto luchan para que se termine la pobreza.
Saludos
Tilo: muchas gracias por leer y comentar mi post. Podría decirte que casi coincido en un 100% con tus palabras, pero lo de Hebe me decepcionó: la Hebe combativa que exigía mayor justicia está ausente en esta Hebe sumisa y resignada. Los delitos perpetrados durante la Dictadura no prescriben, y la Iglesia (Bergoglio ahora la representa cabalmente) todavía no dio las respuestas que debió dar: tanto información como el reconocimiento y el perdón debidos a las víctimas, sus familiares y la sociedad argentina toda.
A Francisco le queda ahora la tarea de reparación y expiación. Esperemos que esté a la altura.
Saludos y un abrazo.
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