La censura no existe, mi amor...

En los últimos días conocimos un alarmante episodio en el que, una periodista especializada en temas judiciales vio cómo, su libro recién editado y distribuido, era retirado sospechosamente de todas las librerías con la excusa de "errores y fallas" en la impresión. El libro es "El señor de la Corte", una biografía (no autorizada) del Presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación: Ricardo Lorenzetti.

(audio)

"Natalia Aguiar, periodista y autora de El señor de la Corte, denunció que su libro, que da cuenta de la historia y gestión del presidente del máximo tribunal, Ricardo Lorenzetti, fue levantado misteriosamente de la venta en las librerías el pasado viernes y que ella sufrió amenazas y hackeos desde 2012.

"El hostigamiento hacia mi persona comenzó en el 2012 durante la época de la Ley de Medios y siguió hasta este viernes que se levantaron los libros. Amenazas, hostigamientos, persecución, hackeo de computadoras, de celular... y tuve que realizar las denuncias penales pertinentes para que se investigue quiénes fueron", cuenta Aguiar en diálogo con Radio del Plata." 

(...) “Salieron los libros a la calle el jueves pasado y el viernes se levantaron. La editorial aduce que por error de impresión los libreros los devolvieron, pero los libreros dicen que no, que la editorial se los pidió”, asegura la periodista.
“Sabíamos que nos enfrentábamos al Poder Judicial y a la máxima instancia”, dijo la autora al mismo tiempo que recordó que el periodista Carlos Del Frade, autor de un libro sobre Lorenzetti y el negocio de la salud en Rafaela,  vivió una situación similar, la tirada fue secuestrada y nunca vio la luz. "Espero que no sea mi caso", agregó Aguiar.
Durante la entrevista, Aguiar relata brevemente la investigación: “Hicimos un pasaje de los 10 años de él como presidente de la Corte y cómo logró generar un poder absoluto, ya no se trata de un cuerpo colegiado sino que él agarró el mando, de él dependen los contratos del poder judicial, es una forma de direccionar, manejar y tener a los jueces federales en un puño”.
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Por si el sospechoso retiro de los libros de librería no alcanzara, un PRÓLOGO del mismo había sido mutilado: el que le dedicó la periodista española Carmen de Carlos, de ABC. Aquí un fragmento de ese Prólogo:

(...) "Denunciar el abuso de poder e identificar las diferentes caras de la corrupción no es tarea fácil para nadie. Mucho menos para alguien que, como Natalia Aguiar, no ha tenido a su lado el blindaje de una redacción. Tampoco debió ser sencillo sumergirse en registros mercantiles de Buenos Aires a Salta, con escalas diversas y parada obligada en Rafaela, ciudad de nacimiento del presidente de la Corte Suprema, Ricardo Luis Lorenzetti. El desafío, visto y leído este libro, alcanzó proporciones enormes al rastrear sociedades encadenadas para tratar de localizar al creador de un tablero de piezas diseñado para engordar las alforjas propias a costa de las públicas." (...) "El jurista capaz de poner equilibrio, ser el fiel de la balanza incondicional de la justicia, templar con las presiones de otros poderes y evitar las tentaciones identificadas con el color del dinero,  no es el que asoma en la mayoría de las páginas de este libro. En su lugar aparecen términos que ofenderían a una persona de bien: testaferros, fallos tarifados, traición, adjudicaciones a dedo y otras que el lector descubrirá en este informe minuciosamente documentado. (2)

Luego de las repercusiones que tuvo el episodio, sobre todo a través de medios radiales y las redes sociales, la editorial decidió revertir (parcialmente) la medida. Aparentemente se hará una edición de 1000 ejemplares por única vez... ¿Qué pasó con los libros retirados? Tal vez nunca se sepa, pero...

No faltaron quienes, desde las mismas redes sociales, trataban de "explicar" lo sucedido como si fuera "lo mismo" que había pasado en la Era K... Sin embargo...

No era difícil, al recorrer librerías, encontrarse con mesas en las que una variada mezcla de libros de diferente densidad periodística, hablaban, despotricaban, denunciaban, satirizaban o investigaban sobre los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner, su vida privada, sus respectivas gestiones, sus estilos, unos cuantos no eran (son) más que libelos disfrazados de investigación periodística. Muchos de ellos fueron, con el tiempo, desmentidos por la realidad. Varios hoy duermen en las mesas de saldos, huérfanos ya de credibilidad, aunque en su momento hayan representado una especie de carnicería editorial, de la que alimenta a lectores ávidos de ver confirmadas (y ampliadas) sus sospechas sobre los odiados gobernantes. Denuncias sin sustento en la justicia que nacieron al calor de programas de TV marketineros, de denuncia fácil, armados más como un show que como un programa de información periodística y que luego se plasman en un libro. Todo como parte de un "producto" de la góndola "periodismo" pero que no es más que un producto de consumo, de muy baja calidad pero con un mercado que lo consume. (3) La mayoría de los autores se autodefinen como "independientes", solo por no defender o siquiera ser objetivos, con los gobiernos K. Muchos de ellos en cambio, "dependen" de alguna empresa periodística, gráfica, televisiva, radial, o todo junto si se trata de un holding o corporación periodística. La etiqueta "independiente" es el salvoconducto que, supuestamente, les garantiza(ba) que podrán escribir lo que sea, incluidas mentiras, que siempre estarán (o estarían en esos momentos) protegidos por la Constitución que les garantiza la libertad de expresión.

Todos estos libros (y algunos que seguramente pasé por alto) fueron publicados en los 12 años de gobiernos kirchneristas. NINGUNO de ellos fue censurado, ni atacado ni criticado por sus destinatarios, aun cuando sus autores sí pudieron serlo, pero  por sus dichos o escritos en los medios, cuando éstos eran considerados mentirosos, falaces o calumniantes. Algunos periodistas, los más famosos o "consagrados", llegaron a convocar en el Congreso a legisladores alegando sentirse amenazados, hablando incluso de que se estaba "buscando un muerto". El mismo grupo de periodistas llegó hasta la OEA solicitando ser escuchados por la supuesta "inseguridad" periodística, y rechazados en sus reclamos por considerar que, lo que ellos llamaban "amenazas" a su libertad de expresión eran respuestas (críticas públicas) de aquellos a quienes denostaban en sus medios. La cantidad de mentiras, agravios, denigraciones, humillaciones a través de los medios (diarios, tapas de revistas, programas de televisión, humor gráfico, etc.) que no se citan aquí por tratarse, ésta nota, solo del universo editorial dedicado a los libros AntiK, es inabarcable. Nunca ninguno fue acusado por calumnias e injurias, ya que fueron los mismos gobiernos kirchneristas quienes suprimieron ese delito. Curiosa paradoja que les dio vía libre para publicar lo que quisieran sin ser jamás molestados por eso.

Ahora, durante el gobierno cuyos miembros siempre se sumaron para criticar, sobre todo, al gobierno de Cristina Fernández, tildándolo de autoritario, dictatorial, no respetuoso de la democracia, las instituciones, el diálogo y la buena convivencia, justo ahora, quien representa a uno de los Poderes del Estado y que debería ser la garantía del cumplimiento de las leyes en el país, el Presidente de la Corte Suprema de Justicia, mancilla su alto cargo con un vergonzoso acto de CENSURA haciendo retirar de las librerías el ejemplar que lo desnuda públicamente. 

Con el picante sabor de lo PROHIBIDO, el libro El señor de la Corte cobró una visibilidad no deseada por su protagonista. ¿Error de cálculo? El efecto búmerang será el resultado no buscado. Y tal vez indique el ocaso de una figura que quiso cubrirse con un prestigio que tal vez jamás mereció.

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1) La autora del libro reveló que recibe amenazas desde hace cinco años.

2)  El prólogo que no vio la luz.
3) Recomiendo la nota El marketing editorial de la denuncia.