2 de Septiembre de 2021

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La Plaza del Amor
Hay una REALIDAD que los diarios NUNCA te van a contar porque no sirve a sus intereses.// El acceso a la INFORMACIÓN es un Derecho Humano: el gobierno que no respete ese Derecho, no respeta la DEMOCRACIA.

domingo, 4 de agosto de 2013

¡YO DENUNCIO...!!!

Diputada Elisa Carrió.
¿Cuál es la mejor manera de hacer pasar un elefante sin que nadie lo vea? Mezclado entre cientos de elefantes...
Ése es, ni más ni menos, que el resultado del "sistema Carrió", inflado, multiplicado y ensanchado pero nunca profundizado, por el "sistema Clarín". Es como una perversa maquinaria que empieza (por ejemplo) con un programa de televisión del Grupo armado para denunciar supuestos hechos de corrupción del gobierno, o de personas afines, allegadas, conectadas o relacionadas, que luego se continúan en los diferentes programas del Grupo, en sus medios gráficos, propios o afines, y en forma casi simultánea, derivan en presentaciones judiciales. Si después las pruebas fueron fabricadas, o tienen poco sustento, si los supuestos testigos se desdicen frente al juez, o si son extorsionados por alguien para que involucre a personas vinculadas al gobierno, no importa. La maquinaria ya está en marcha y la sospecha instalada. "El gobierno no lo desmintió" parece ser la frase clave, y aun cuando el gobierno (o la persona vinculada) lo haya desmentido, no importa: las mentes capturadas por el sistema ya tendrán instalada la sospecha, porque sea o no cierto, haya o no pruebas, sea o no verdad todo lo dicho en el circuito del "sistema", poco o nada se podrá hacer. La o las personas ya fueron acusadas, juzgadas y condenadas por el linchamiento mediático. Y algunos (multi)medios (al menos por ahora) en nuetro país tienen más poder simbólico que el poder del mismo sistema Judicial.
Tal como lo escribe de manera impecable Luis Bruschtein en su nota de hoy (Denuncismo), 

"...otros encontraron que la apariencia de denuncia era más fácil y tenía el mismo resultado que una denuncia real. El periodismo de investigación sin rigurosidad, sin responsabilidad y desinterés (porque se mueve mucho dinero alrededor de estos mecanismos) se convierte en una herramienta perversa.
(...) Si antes el problema era que no se denunciaba la corrupción, ahora la cantidad de denuncias por semana hace que el problema sea poder distinguir cuáles de todas o si alguna de ellas tiene entidad.
El denunciador serial hace más difícil la lucha contra la corrupción porque desnaturaliza la verdadera denuncia, que es una de las pocas herramientas para combatirla. Entonces, el lugar del denunciador serial no es el lugar ético, ni siquiera es el del débil contra el poderoso, como fue en el caso de Rodolfo Walsh. Por el contrario, la idea de la denuncia como "operación" pasó a ser patrimonio de los poderosos en defensa de sus intereses y la convierte en denuncismo."

La historia de la "denuncista" Carrió, especializada en embanderamientos éticos (que también a mi en su momento me convencieron, confieso), no es nueva. Podría hacerse una larguísima lista de denuncias, acusaciones de todo tipo, pedidos de juicio político, que más que mostrarla como una eficiente legisladora han terminado poniéndola en el triste y patético rol de acusadora del poder político de este momento, pero del lado del poder corruptor mediático que le sirve de escenario para sus histriónicos despliegues.

Fragmento del programa 678 con el debate de UNEN en A dos voces.
Basta ver los debates de los que participó en estos días en los programas del Grupo Clarín para advertir el manejo estelar del que hace gala, ayudada por un cuidadoso manejo de cámaras, en donde se la ve arriando a sus contrincantes eventuales (aunque aliados para las elecciones primarias), haciéndolos quedar como blandos peleles que no se atreven a denunciar (como ella), que llegó hasta  llevar informes alarmantes sobre el "estado de peligro de las instituciones" en nuestro país a la Embajada de EEUU, o a pedir juicio político a cualquier funcionario, incluída la Presidenta de la República. Si uno observa su lugar en la Cámara de Diputados y su actuación en el momento en que supo liderar (junto a otra impresentable de pasado bochornoso: Patricia Bullrich) la mayoría parlamentaria con el autodenominado Grupo A en el 2010, fue uno de los momentos más penosos de la Cámara en ese período: casi no hubo proyectos ni salieron leyes, se dejó al gobierno sin Presupuesto (algo inédito), y se sancionó una ley de 82 % móvil para los jubilados cuyo principal objetivo era desfinanciar al Estado para así restar poder de acción política al gobierno. Y la excusa para dejar sin Ley de Presupuesto al gobierno fue una parodia de denuncias de sobornos que nunca existieron, pero que logró el objetivo que ella buscaba: ser la estrella "ética" frente a las cámaras de los medios del Grupo, pero que le redituó muy poco beneficio, vistos los lamentables resultados de las elecciones de 2011: ni siquiera alcanzó al 2% de los votos. Después de ese bochornoso resultado, ofendida con quienes no entendieron su "cruzada contra la corrupción", decidió pasar a la "resistencia al Régimen"...

Carrió: el regreso.
Pero como el ave Fénix, y de la mano de un showman de la denuncia que hasta hace 2 años estaba "del lado opuesto" y ahora trabaja en los medios del Grupo antes denunciado, renació de los rescoldos, y ahora aparece como la nueva-vieja estrella que será LA ÚNICA capaz de luchar contra la terrible corrupción que, según ella, está llevando al país a la ruina, de la mano de su eterna enemiga, la Presidenta Cristina Fernández.
A ella (y a otros funcionarios de su gobierno) le dedicó más de un Pedido de Juicio Político desde su rol de Diputada:
http://www.diputados.gov.ar/diputados/ecarrio/
Hace 13 años, el mismo personaje.

Pero el encono contra Cristina Fernández (hoy Presidenta de la Nación, que obtuvo un 55% de votos en la última elección, y que le permitió su reelección en 2011), es viejo, y como los viejos rencores, a veces parecen agrandarse con el paso del tiempo, sobre todo si están basados en la envidia y en la propia incapacidad para igualar o superar al envidiado con logros propios.
La otrora famosa Comisión de Lavado de Dinero (de la Cámara de Diputados, en el año 2000) tenía a Carrió como presidenta y a Cristina Fernández como una de las vicepresidentas. También la integraba la ex diputada Alicia Castro (hoy embajadora en el Reino Unido), y eran vistas como un "trío poderoso" (*) aunque por dentro la onda era 0. "La más famosa de las tres era Carrió, que estaba seguido en la televisión y cultivaba por entonces su look místico" (solía andar con una enorme cruz colgando del pecho). Pero cuando el Informe de la Comisión estuvo listo, se pudrió todo. (Carrió demuestra hasta hoy una seria dificultad para trabajar en equipo). Dos días antes, en la última reunión cerrada de la Comisión, hubo reproches desde todos lados hacia Carrió, que la acusaban de haber filtrado información a los medios. Incluso llegó a llorar en la reunión, pero algunos creen que fue un acting (cuándo no) de su parte. En fin. Antes que esto pasara, como una diva en sus aposentos, recibió a Cristina en la cama y tirándole el mamotreto de la investigación le dijo: "Tenés que firmar eso." Y Cristina, que de tonta ni de lerda tiene un pelo, le dijo: "No voy a firmar algo que no leí". Entre los que se quedaron leyendo el informe toda la noche estaba Buranello (quien contó las conclusiones), y el resultado fue que el informe tenía enormes contradicciones, escrito por diferentes personas que ni siquiera se habían consultado entre sí sobre cosas importantes, muy poco serio, y por supuesto, Cristina se negó a firmarlo. Avaló otro, pero no ése. Tal vez (como dice la autora Sandra Russo) allí se encuentre el origen mayor del resentimiento de Carrió hacia la hoy Presidenta de la Nación y por eso quiera acabar con su gobierno a punta de denuncias, directas o indirectas.

Éso, más su incapacidad de construir poder con herramientas legítimas, de utilizar la DENUNCIA y la supuesta investigación como arma política, de querer ser una estrella de la ética pero sin sustento real, de embanderarse como una cruzada de la moral de todos, hasta de sus propios colegas, lo que la lleva a quedar, finalmente, en el lugar de la denuncia vacía, en vez de trabajar para luchar contra lo mismo que denuncia.

Pero lo más grave de toda la cuestión, es lo que expresa el periodista Bruschtein en su nota: la catarata de denuncias contra la corrupción (o contra lo que sea que sirva para atacar al gobierno, incluso con temas sobre DDHH, como el caso de Milani...justo ELLOS!) sólo sirve para que se tapen unas a otras, para sembrar la sospecha sobre los denunciados o para que sean linchados mediáticamente y para que al final quede la sensación de que "todos son iguales", es decir, la anti política y el "que se vayan todos" porque acá, SÓLO YO soy la que lucha contra la corrupción y va a salvar la República. Aunque luego la Justicia no pueda a avanzar más allá de una simple imputación, porque los elementos presentados (como el famoso Informe de Lavado de Dinero)  resulte poco más que en un show ante la prensa.

Denunciando desde TN:
 
Algo muy curioso: su viejo-nuevo rol de denunciadora serial lo ejerce desde los estudios de un multimedios cuyo CEO (Héctor Magnetto) acusó esta semana a una de las voces más escuchadas y respetadas del periodismo argentino (Víctor Hugo Morales) por "daños y perjuicios", el Grupo Multimedios que se arroga el derecho de ejercer la "independencia periodística" y "defender la libertad de expresión" (audio de VHMorales sobre el tema: http://www.victorhugomorales.com.ar). El mismo CEO acusado por Lidia Papaleo, viuda de Graiver, de ser la persona que la amenazó para que entregara sus acciones de la empresa Papel Prensa a precio vil si no quería perder la vida propia y de su hija, que luego sufrió torturas indecibles hasta que consiguieron su objetivo siendo socios de los dictadores, y cuya causa (voluminosa y profusamente documentada) duerme el sueño de los (in)justos en el cajón de algún juez que NO SE ATREVE a llamar a declarar a los poderosos apropiadores.
Desde ESOS ESTUDIOS, la otrora adalid contra la corrupción, Elisa Carrió, ahora se asocia al "sistema Clarín", uno de los mayores corruptores de la Argentina, enceguecido porque, por primera vez, encuentra un poder político encarnado en OTRA mujer que se atreve a hacerle frente.

¿Será el resentimiento, la adicción a la fama y el lucimiento, el orgullo herido, la incapacidad para gobernar de verdad, lo que la lleva a servir de fantoche a uno de los mayores poderes fácticos de la Argentina, disfrazada de DENUNCIADORA?
Porque la verdadera ÉTICA que reclama no se parece EN NADA a esto que Elisa Carrió declama. Lo grave es que hay mucha gente que, a pesar de la historia y del presente, le cree.
 _________________________________________________
(*) La Presidenta. Historia de una vida. Sandra Russo.

2 comentarios:

Unknown dijo...

"¿Cuál es la mejor manera de hacer pasar un elefante sin que nadie lo vea? Mezclado entre cientos de elefantes..."
Ey! acá la que da consejos sobre elefantes soy yo :-)
Fuera de broma, muy bueno el post.

Greta dijo...

Pobres elefantes...jajaaa!!! Gracias amiga. Tu post me encantó también.
Abrazo!!!

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