Tomen nota, señoras y señores...!

Sonriente, serena, elegante, segura, la morocha argentina se asienta cómoda en el 54%... Así la vio el dibujante Daniel Paz para la tapa de Página 12 de ayer, domingo 30 de Octubre. Hermosa y elocuente imagen, no exenta de admiración y respeto, afecto incluso. Hace apenas una semana, las urnas daban el resultado que confirmaba, sin lugar a ninguna duda, quién era la persona elegida mayoritariamente para gobernar Argentina los próximos 4 años. Una semana apenas y ya está bastante claro cómo quedó el tablero del poder: la oposición política pulverizada, y la oposición corpomediática, resignada a mostrar en la noche del 23 el triunfo "arrasador" de Cristina en las urnas. Pero mientras los políticos se pasan factura unos a otros, o lamen sus heridas en un prudente silencio, todavía una lastimosa ex candidata apocalíptica se encumbra en la postura de una sabia del areópago incomprendida, mientras anuncia que será a partir de ahora, la "resistencia al régimen kirchnerista". 5 mentarios!

Mientras tanto, y luego de pasadas apenas unas horas,  la corporación diversificada agro-oligopólico-mediática empezó a mostrar que no se resigna. A través de los esbirros alcahuetes de siempre, algunos desde acá y otros desde medios en el exterior, destilan su veneno incomprensivo del fenómeno, denostando la decisión mayoritaria mientras la disfrazan con los peores vestidos: hegemonía quasi fascista, gente que vota con el bolsillo, ignorantes de todo, negadores de la realidad (justo ellos), hasta alguno se permitió decir que "habían ganado los ladrones"... Incluso desde la "intelligenzia" del establishment, una socióloga sobrevalorada que no entiende qué pasó, opina sobre la derrota cultural (que ella padece) transformándola en una simple cuestión de "caja" en la que gente de la cultura que apoya al gobierno lo haría a cambio de favores, llámese viajes, producciones, promociones, etc. Ninguna de las personas aludidas aquí merecen ser nombradas, justamente porque hacerlo les daría más entidad de la que merecen,  más que nada por su poco respeto a quienes votamos con fervor y convencimiento este Proyecto, que formamos parte de ése 54%, y porque nosotros SÍ entendemos qué es lo que pasó, lo que está pasando y lo que va a pasar.

¿Qué sostiene ese 54% tan incomprensible para esos pocos que tienen un micrófono a mano, siempre dispuesto para que multiplique sus diatribas, o una pluma mezquina en medios tradicionales?

Sosteniendo ese 54% hay políticas concretas destinadas a solucionar problemas concretos a gente real y concreta. Hay políticas destinadas a devolver o recuperar la dignidad para muchas personas, a través del trabajo legal, del respeto a su elección sexual y a tener un matrimonio que los incluya, de protección a la niñez y a las mujeres embarazadas, de revalorización del rol de la Educación, la Ciencia, la Tecnología, de recuperació del rol activo del Estado en beneficio de todos y no de unos pocos y en contra del país, de proyectos a mediano y largo plazo para recuperar las industrias, de aliento y protección para quienes están en condiciones inferiores en diferentes campos (pequeñas industrias, cooperativas), de apoyo y aliento a los científicos y a los técnicos, de medidas concretas para superar la brecha tecnológica en la educación entregando computadoras a alumnos y docentes, la creación de más de 1.000 escuelas a lo largo del país, de nuevos hospitales equipados, de recuperación de industrias destruídas, ampliando la posibilidad de acceso a la televisón digital pública y gratuita hasta en los lugares más lejanos del país, de cuidado y protección a través de campañas gratuitas de vacunación para los sectores más vulnerables de la población (niños y niñas, embarazadas, personas mayores), todo eso junto con una economía que crece sin parar desde hace 8 años, estable y ordenada, a pesar de la lógica inflación (derivada de la puja de sectores en una economía en crecimiento) y de la no tan lógica formación de precios por la concentración de empresas. Empresas que, bueno es recordarlo, están ganando como nunca en muuuuucho tiempo.

Y como luego del 54% los sectores que perdieron la elección (y que no pertenecen a ningún partido político salvo el de sus intereses), se quedaron sin sus polichinelas mediáticos, ahora quisieron arremeter agitando el viejo fantasma de la..."corrida del dólar".

Hace rato que muchos medios informan o alertan (según los casos) acerca de la "fuga de capitales" hacia el exterior. Lo que no dicen aquellos a los que no les conviene es que en realidad, las muchas empresas que fueron compradas en la era menemista (cuando se remataba todo, tanto en el Estado como en el sector privado) por capitales foráneos, pertencen a lugares que, en el mismo momento en que Argentina sigue creciendo, están en plena crisis: ajustes recomendados por el FMI que ahogan a los pueblos, tasas de desempleo cada vez más alta, protestas de indignados generalizadas, países a punto de ser rematados. Varios países se están beneficiando de la bonanza sudamericana. España es uno de los países en crisis y tal vez el de mayor capital invertido en empresas de Argentina, y al igual que otros, ha podido sortear en parte esa crisis gracias a la buena gestión que se está dando en Sudamérica, que le permite recibir los dólares o Euros que, desde aquí, les remiten sus empresas. Ésas son las divisas que "se van" del país. Aun así, medios españoles y periodistas españoles, junto con representantes de la más rancia mediocridad vernácula, se permiten burlarse de los resultados electorales obtenidos por nuestra presidenta, y de los electores que mayoritariamente la eligieron. Hay gente rara en nuestro país, no? Seamos generosos, porque merecerían ser llamados algo peor que "raros".

Porque si hay algo que todos esos que se pusieron del lado del rencor no entendieron todavía, es que detrás del 54% hay mucho más que todo lo ya mencionado, que es mucho, muchísimo... Hay algo que les impide sentir lo que muchos de nosotros sentimos y que se llama DIGNIDAD, orgullo, una autoestima recuperada por ser argentinos gracias a las políticas iniciadas en 2003 y que continúan y continuarán por 4 años más, que nos devolvieron el valor de muchas cosas, de palabras que tienen un nuevo sonido, como inclusión, solidaridad, respeto por el otro, dignidad de la persona, Derechos Humanos, memoria, verdad, Justicia...

Es una pena, porque mientras nosotros estamos borrachos de alegría, llenos de esperanza, con resaca luego de tanto tiempo de esperar, sufrir críticas y aguantar improperios, para ahora saborear el triunfo, ellos están sufriendo, frustrados, con bronca, enojados, crispados, algunos llenos de odio incluso, y otros desempolvando viejos fantasmas para asustar a algún desprevenido, alguno que haya quedado de los desasustados de la "inseguridad", del miedo a salir durante los festejos del Bicentenario, de los que no querían abrir al censista en el Censo 2010, de los que no podían cargar nafta justo antes de irse de vacaciones, de los que se salvaron de la "epidemia" por la Gripe A, o del dengue, de la falta de billetes, de las "coimas" que no fueron en el Congreso, de los que agitaban el fantasma del monstruo Shocklender para luego transformarlo en un "testigo privilegiado"... En fin.

Mientras tanto, la morocha y nosotros ya estamos pensando en el presente y en el futuro. Porque se hizo muchísimo, pero es mucho más lo que falta. Así que hay que seguir, sin que nos distraigan con maniobras ridículas, estando atentos a los obstáculos pero sin perder de vista el punto de llegada.

Y estos señores y señoras, que todavía no se dieron cuenta, a ver si espabilan: Cristina ganó con el 54% de los votos, y Cristina no es Alfonsín, ni De la Rúa ni Duhalde, y el país no es ni el del 84 ni el del 2001. Muchas cosas ya cambiaron, y otras tantas están por cambiar. Éso es lo que votó la mayoría, aunque uds. no lo quieran ver, y aunque no lo entiendan, porque no les conviene entender.

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