Eran los últimos días de Julio y ya se comentaba la inminente salida del libro de Sandra Russo, La Presidenta. Pero había que esperar hasta Agosto para tenerlo, así que cuando al pasar frente a una librería lo vi en la vidriera, no dudé: entré y lo pedí. Cuando lo tuve en mis manos, lo puse contra mi pecho y comencé a acariciarlo... Ahora que lo estoy leyendo, siento a través de sus páginas, cuánto amor puso la periodista al escribirlo, porque es el mismo que siento yo al leerlo, y el que sentí cuando todavía no sabía qué me brindaría su contenido, no completamente al menos...
Un día de fines del año pasado (2010), mientras escuchaba el programa de Anguita por la Radio Pública, la cadena nacional nos trajo la voz en el discurso de Cristina. Hacía poco que Néstor había fallecido, y cada una de esas apariciones de ella eran una pura emoción. Cuando terminó, el periodista Hernán Brienza, habitualmente entre seco y ácido, comentó: "Cuando se hable de la adhesión a este gobierno, habrá que pensar también en el ingrediente emocional"... Pero él no podía ver mis lágrimas, ¿habrá sentido las propias, el nudo en la garganta?
El programa Duro de Domar (que conduce Daniel Tognetti) es un programa, por lo general, humorístico. Pero al lunes siguiente a las elecciones PASO, escuché al severo periodista Mariano Hamilton expresar: "Es la primera vez que siento tanta emoción al votar"...
Hace pocos días, en un acto en la megaferia de ciencia y tecnología, Tecnópolis, Cristina entregó a los chicos de secundaria la Netbook Nº 1.000.000. Todas las fotos y los flashes fueron para el chico que la recibió: Cristian Maldonado, un chico ciego con el que Cristina se abrazó y lloró de emoción. Pero el adolescente anterior, el Nº 999.999, cuando subió a recibirla, la abrazó, la besó en ambas mejillas y luego, mirando hacia el público, dijo "La amo", con una sonrisa de felicidad... Esa foto no salió en los diarios, pero quienes lo estábamos viendo, lo leímos muy claro en sus labios.
Ese mismo "La amo" se repite en Twitter entre mis amigos, reales y virtuales, cada vez que coincidimos cuando Cristina da alguno de sus discursos; mis amigos y mis amigas, compañeros de ideas e ideales, pero también de sentimientos y emociones.
Leer el libro de Sandra es, para mí, sentir a través de sus palabras, de las de sus amigos, parientes, colaboradores (todos con nombre y apellido citados al final), pero sobre todo a través de la propia Cristina, cómo nació, creció y se desarrolló una dupla de amor, de compañerismo, de fervor militante que los llevó a ambos al más alto sitial del gobierno, pero sobre todo, que nos cambió la vida a tantos de nosotros. Nada nuevo tal vez, pero contado de manera tal que es como si cada uno, lector, estuviera presenciando una tierna confidencia.
Pero el amor al que me refiero es mucho más; no es sólo el que ambos compartieron, sino el que nosotros sentimos a través de ellos.
Néstor falleció el 27 de Octubre, y el 28 empezaron a revelarse emociones inesperadas: junto con los cantos y los llantos, aparecieron los gritos de apoyo, los abrazos, las gargantas apretadas, las palabras cargadas de gratitud y de dolor, hasta de arrepentimiento hacia Néstor y hacia Cristina. Creo que a partir de ése día muchos cambiamos, pero sobre todo, Cristina empezó a cambiar, o al menos es lo que yo sentí.
Empezó a verse a Cristina buscando el afecto, el contacto personal, los besos y los abrazos. Saliéndose del protocolo, empezó a poner en apuros a sus custodios para acercarse a la gente, sin importar los apretujamientos, dando sus manos, acariciando rostros, recibiendo cartas o paquetitos, recibiendo besos y caricias, emocionada y sonriente... ¿Feliz? Como decía (como dice) tantas veces en los actos: feliz de inaugurar una obra, una planta, una fábrica, un camino, una turbina, feliz de poder hacer anuncios que sirven a la gente,... Feliz como Riquelme, la noche del 14 de Agosto (2011) cuando se conocía el resultado de las PASO...
Sin embargo, el crecimiento de ese amor hacia ella no es sencillo de entender, si uno lo quiere explicar, porque está construído por una serie de factores.
En mi caso personal, comencé por respetarla: la veía una persona seria, nada banal, respetuosa de los demás. Preocupada por su propio quehacer como legisladora, y cumpliendo su papel con dignidad, aun en medio de la mayor crisis de representación que vivimos como ciudadanos allá por el 2001. Pero luego empezó a mostrar sus otras facetas, ahora como gobernante, y allí comenzó la admiración. Porque no se puede menos que admirar a alguien que, no sólo demuestra su inteligencia sino su capacidad y su autoridad en el rol que desempeña. Y ni hablar si se trata del coraje para enfrentarse a los poderes más fuertes de la Argentina, los poderes reales, aquellos que no se ejercen por el voto de los ciudadanos pero que tienen la fuerza de cambiar gobiernos a su antojo. El amor aparece a continuación, cuando junto con la inteligencia, la capacidad y el coraje, puede verse a la MUJER.
La MUJER que es madre, la que quiebra su voz cuando las lágrimas se le atragantan al recordarlo "a él", la que se enoja, la que cuenta anécdotas, la que hace chistes, la que se viste con elegancia, que se maquilla y se peina con esmero, la que usa tacos altos, la que quiere verse bella, y la que ES bella, porque nadie que tenga dos ojos puede dejar de verlo.
Pero la belleza es, la más de las veces, subjetiva, y muchas otras está impregnada de un componente emocional difícil de explicar. Porque... ¿es objetivamente hermosa, o la vemos así porque la amamos?
Lo cierto es que hay bellezas frías, que no conmueven, o que llegan incluso a provocar rechazo. Mientras que otras menos perfectas emocionan hasta al más indiferente. Quién sabe...
Ella misma pensó en la importancia de la belleza cuando pidió el cambio en las boletas de votación para que fueran de colores y llevaran foto. ¿Levante la mano quién se guardó una boleta de recuerdo?¿Cuántos nos sacamos fotos en el "cuarto oscuro", al momento de votar? Y pensar que alguien que, supuestamente estudió política, banalizó la importancia de semejante "detalle".
Mi cuarto oscuro... |
Porque es una presidenta a la que se la quiso débil, porque...
- tuvo un vicepresidente que votó en contra de su propio gobierno y que funcionó como jefe de la oposición, al menos mientras le duró el apoyo mediático...
- tuvo que gobernar con una oposición legislativa que aparecía más representativa de los grupos de poder económico-mediático que de los ciudadanos que los votaron...
- debió continuar gobernando aún cuando el parlamento se negó a aprobarle el Presupuesto...
- soportó la guerra más furiosa de los medios hegemónicos, esos que decían que con 5 tapas volteaban a un gobierno y que marcaban la agenda...
- sufrió los embates de los medios fogoneando a la clase media para aliarla con "el campo", a fin de producir un "cambio institucional forzado", por no llamarle "golpe"...
- perdió a su esposo, compañero y más importante soporte...
Y a pesar de todo, ésa mujer no sólo continuó gobernando, coronando el ciclo más exitoso y perdurable que hubiera tenido nuestro país, sino que se mantuvo entera, digna, admirable...
¿Deberíamos sorprendernos entonces del resultado de las urnas el 14 de agosto? No lo creo. Y a todos los elementos que explican las razones, sumésmole el "factor AMOR", porque somos seres a los que el amor, cualquiera sea, nos hace bien, y si además se traduce en amar a la propia tierra y a sus habitantes, mucho mejor.
La fuerza del amor (video):
La fuerza del amor (video):
(Uno de los spot de campaña de CFK para las P.A.S.O. del 14/08/11)
DESAFORTUNADOS LOS QUE ODIAN, PORQUE NO SABEN LO QUE SE PIERDEN...
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4 comentarios:
Sencillamente Hermoso Greta
Muchas gracias Mario...Me alegra que te haya gustado.
Esta vez no me salió de las tripas, sino del corazón...ja jajaaa
Un abrazo, amigo.!
Estimada Greta, tenemos corazones gemelos para con Cristina. Hermoso texto. Felicitaciones.
Gracias amigo Dentro... Sé que somos muchos los que sentimos lo mismo, por eso no me sorprende.
Un abrazo para vos.
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