El 27 de Octubre (2010) era el día del Censo Nacional. Después de sortear una estúpida campaña de desprestigio montada en el miedo al censista y la falta de confiabilidad en las cifras, el día del censo había llegado. Con ansiedad, con entusiasmo, nos levantamos temprano a matear y tuitear esperando al censista. Y de golpe...una patada en el estómago: Néstor había muerto!
Desconcierto, desazón, dolor, incredulidad...Entre histéricas charlas telefónicas y los mensajes en Twitter, la jornada festiva del censo se había transformado en un calvario. Néstor, el líder, había muerto.
En poco tiempo la CGT comunicó que a partir de las 18 horas se iba a realizar una concentración en Plaza de Mayo para acompañar el dolor de Cristina. Pero muchos no pudimos esperar. En mi caso, apenas se fue la censista, me fui hasta la Plaza. Ni siquiera recuerdo cómo llegué. Sólo me recuerdo sentada en un banco de la plaza escuchando la radio pública, en un programa donde el grande Alejandro Apo llamaba y entrevistaba a uno trás otro, todos con el mismo dolor, todos con la misma angustia, todos con anécdotas y recuerdos, todos deseando compartir su dolor con los demás... La Plaza comenzó a llenarse y eran apenas las 3 de la tarde. En silencio, cansinamente, la gente iba acercándose y, como todos ellos, yo también dejé mi mensaje junto a una flor en la reja que separa la zona del monumento del resto de la plaza.
Esa reja más tarde quedaría saturada de flores y mensajes tapándose unos a otros.
De ahí en más, y mucho más al día siguiente, miles y miles se acercaron a dar su homenaje, a llorar juntos, a apoyar a Cristina, en uno de los eventos más conmovedores e inolvidables de los que yo me acuerde.
Pero los días y los meses fueron pasando, Cristina siguió creciendo a pesar de su dolor y las nuevas militancias fueron cada vez más numerosas. Hoy, a 6 meses de ese día, Néstor está más presente que nunca. Porque luego del duro golpe de su ausencia, la presencia se hizo cada vez más grande.
Ayer, a los 6 meses de aquél día, miles y miles se juntaron (nos juntamos) en distintas plazas y parques del país para recordar su muerte, pero sobre todo, para celebrar su presencia, con los recuerdos vivos y con su legado, con la memoria intacta y con la consigna de continuar su misión: éso es lo que significa tener a Néstor presente: no se trata sólo del recuerdo, se trata de llevar adelante sus banderas, junto con Cristina, su heredera y guardiana, la que él eligió, aún antes de saber que se marcharía antes de tiempo.
O tal vez, justamente, porque sabía que se iba a marchar...
Video homenaje: Seis meses sin Néstor, más vivo que nunca
(http://www.masvivoquenunca.com.ar/)
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