De grandezas y chiquezas...!

Las palabras que el genial REP utilizó para mostrar el lado humano de los personajes y de los hechos de nuestra historia, bien pueden servirnos hoy para poner a la par personas y actitudes de nuestro presente.


Ayer, 1° de marzo de 2011 dieron comienzo de manera formal las sesiones de las legislaturas en las diferentes jurisdicciones: la provincia de Buenos Aires (con su acto en La Plata), la legislatura porteña (con sede en la C.A.B.A.) y el Congreso Nacional. En cada una, las repectivas autoridades máximas dieron su discurso. Ésta es la oportunidad que los mandatarios aprovechan para hacer balance de su gestión y presentar propuestas para el año legislativo que se inicia. Los diarios de hoy reflejaron, según sus puntos de vista, las repercusiones de cada uno de ellos en adherentes y opositores. Y hasta aquí, la breve crónica. De aquí en adelante, la objetividad dejará paso a las impresiones subjetivas, que es la principal razón de ser de este blog.

Si algo puede ser medido en su valía es, justamente, cuando puede ser comparado con lo semejante. Y la diferencia entre los valores de la presidente Cristina Fernández y los de los otros mandatarios (Mauricio Macri, jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Bs. As., Daniel Scioli, gobernador de la Provincia de Bs. As.), incluso de otros políticos, es tan abismal, que solamente aquellos que se resisten a usar su mirada podrían no advertirlo. Un Mauricio Macri leyendo a las apuradas como un mal escolar  un discurso inconsistente, flojo de análisis y de propuestas creíbles a lo largo de 20´; un Daniel Scioli que también leyó un discurso aburrido y derechoso, y la exposición de la presidente en el Congreso, no deja ninguna duda en el sentido de estar frente a una de las mejores (si no la mejor) estadistas que hemos tenido la fortuna de poseer como argentinos.

Cristina Fernández fue capaz de exponer de manera elocuente y sólida acerca de lo logrado en su gestión a lo largo de 1 hora y 40 minutos de un discurso que fue tan preparado como espontáneo, ya que tiene la capacidad de los grandes maestros de tener en su cabeza el contenido total a exponer, pero a la vez la suficiente solidez como para aprovechar las expresiones de algún miembro del auditorio y utilizarlas en provecho de su discurso, así como la seguridad de estar en un lugar en donde no tiene todo el consenso y aún así mantener la serenidad para no perder los objetivos de su exposición. Incluso se dio permiso para el humor, cuando hizo alusión a la última opereta mediática respecto de su re re reelección :"No se hagan los rulos", llegó a decir, frase que ya se transformó en remera. También utilizó ese tiempo para realizar propuestas trascendentales por su contenido social, como la Asignación Universal para embarazadas a partir del 3er. mes, el anuncio de proyectos importantísimos como la Ley de Tierras, y el impulso a proyectos ya presentados y que duermen en el Congreso, como el Nuevo Estatuto del peón rural, entre otras propuestas.

Pero la grandeza de Cristina no pasa sólo por exponer con elocuencia y seguridad durante 1 hora 40 frente a un auditorio de adeptos y opositores, ni por ser espontánea y a la vez serena. Es una estadista que se siente cómoda en el rol, incansable en su tarea cotidiana, y a la que casi nada se le escapa.  Cristina está en todas partes al mismo tiempo, metafóricamente hablando, y nada escapa a su mirada como para poner las cosas en su lugar. Pero también es una estadista que no deja de lado su parte más humana, su lado femenino más tierno y amoroso. La persona que hacía apenas horas había perdido a su compañero de la vida y la militancia, se tomaba su tiempo para departir telefónicamente con Hebe por su 80 cumpleaños, o como antes cuando llamaba a Diego luego del desastroso 4 a 0 con Alemania para darle ánimos, o hablaba con el actor Pablo Rago antes del estreno de la película Belgrano para felicitarlo. Y seguramente muchos otros contarán anécdotas parecidas. Esa misma estadista que guardó su dolor para mostrarlo a duras penas en sus discursos, mientras continuó gobernando, es la misma que ayer, al terminar su exposición, salió del recinto con los ojos anegados, y en lugar de subir a su automóvil para retirarse, prefirió acercarse a los miles que en la plaza la escucharon, aplaudieron y acompañaron para mostrarle su apoyo, y recibir de ellos caricias, besos y abrazos. La misma que cada vez que puede recuerda a quienes quieren escucharla que si no fuera por tanto amor, ella sola no podría. Y que agradeció los miles de festejos a lo largo del país en el día de sus cumpleaños. ¿Cuándo un presidente conmovió, en vida,  a su pueblo al punto de llevarlo a festejar su cumpleaños de manera virtual? Yo al menos no lo recuerdo.

Al finalizar el acto de inicio de sesiones del Congreso, incluso durante el mismo, hubo muchas muestras de "chiqueza": la falta total de aplausos de todos los opositores, aun cuando los anuncios eran encomiables, el retiro del recinto de personajes como Ricardo Alfonsín (UCR) antes que la sesión terminara y la notoria ausencia de la diputada Elisa Carrió, invitada permanente de las cámaras de televisión opositoras al gobierno, incapaz de soportar la presencia rutilante de la presidenta. Y a la salida, las miserias hechas críticas de la mayoría de los opositores entrevistados, incluso los que cayeron en omisiones flagrantes o incluso mendaces, con tal de criticar un discurso que jamás hubieran podido pronunciar, ninguno de ellos.

Pero la grandeza de Cristina tuvo otro parámetro contra el que oponerse.

Hace un tiempo atrás, fueron conocidas expresiones altamente ofensivas contra nuestro país, el peronismo y los mismos Kirchner, tanto el expresidente como Cristina Fernández, de parte del escritor peruano residente en España, Mario Vargas Llosa. Aquí una muestra de estas expresiones:

“Argentina, un país que era democrático cuando tres partes de Europa no lo eran, un país que era uno de los más prósperos de la Tierra cuando América Latina era un continente de hambrientos, de atrasados

El primer país del mundo que acabó con el analfabetismo no fue Estados Unidos, no fue Francia, fue la Argentina con un sistema educativo que era un ejemplo para todo el mundo. Ese país, que era un país de vanguardia

¿Cómo puede ser que sea el país empobrecido, caótico, subdesarrollado que es hoy?¿Qué pasó?¿Alguien los invadió?¿Estuvieron enfrascados en alguna guerra terrible?.

No, los argentinos se hicieron eso. Los argentinos eligieron a lo largo demedio siglo las peores opciones

Eso es. El peronismo es elegir el error, perseverar en el error a pesar de las catástrofes que se le han ido sucediendo en la historia moderna del país. ¿Cómo se entiende eso?. Un país con gentes cultas, absolutamente privilegiado, una minoría de habitantes en un enorme territorio que es un  continente que concentra todos los recursos naturales.

¿Por qué no son el primer país de la Tierra ?¿Por qué no tienen el mismo nivel de vida que Suecia, que Suiza?

Porque   los argentinos no han querido. Han querido en cambio ser pobres.. Han querido vivir bajo dictaduras, han querido vivir dentro del mercantilismo más espantoso. Hay en esto una responsabilidad del pueblo argentino.

Para mí es espantoso lo que ha ocurrido en Argentina.

La primera vez que  fui allí quedé maravillado. Un país de clases medias, donde no había pobres  en el sentido latinoamericano de la pobreza. ¿Cómo puede estar una pareja  como los Kirchner gobernando ese país?

¡Qué degradación  política, qué degradación intelectual!

¿Cómo es eso posible?

Mario Vargas Llosa (2009)

http://sanjuanino.lacoctelera.net/post/2009/11/04/comentario-mario-vargas-llosa-sobre-argentina

“Mientras la Argentina no deje atrás esa experiencia fundamentalmente populista y un sistema prácticamente monopólico del poder, no va a despegar ni recuperar lo que fue”, sentenció el escritor, días después del fallecimiento del ex presidente Néstor Kirchner, esposo de la actual presidenta, Cristina Fernández, “ambos peronistas”.

http://www.lacapital.com.ar/informacion-gral/-20101103-0069.html

En estos días se conoció la noticia de que la Fundación El Libro (de la que forman parte los grandes  de la industria editorial) había invitado al escritor y premio Nobel de literatura Mario Vargas Llosa a inaugurar la Feria de este año. De inmediato saltaron voces escandalizadas a repudiar su presencia, alegando la provocación que significaría que, alguien tan poco respetuoso de las decisiones democráticas del pueblo argentino y tan insolente a la hora de hablar de un movimiento como el peronismo y de sus gobernantes, sea la persona que tenga el honor de inaugurar la Feria del Libro. El director de la Biblioteca Nacional, Horacio González, envió una carta al director de la Fundación (Gustavo Canevaro), pero luego de dos llamados de la presidente Cristina Fernández, Horacio González envió esta carta (verla completa acá), un fragmento de la cual vemos aquí:

Esta mañana he recibido un llamado de la Sra. Presidenta de la República en el sentido de afirmar la sustancia, la forma y la pertinencia del debate democrático en todos los planos de su significación. En ese sentido me ha pedido en mi carácter de Director de la Biblioteca Nacional, retirar la carta que anteriormente les he enviado, en la que proponía que el Sr. Vargas Llosa de su conferencia pero no en carácter de acto de inauguración de la Feria. La Sra. Presidenta me hizo conocer su opinión respecto a que esta discusión no puede dejar la más mínima duda de la vocación de libre expresión de ideas políticas en la Feria del Libro, en las circunstancias que sean y tal como sus autoridades lo hayan definido. Tal como me lo ha expresado, no es concebible la vida literaria y el compromiso con la ensayística social sin un absoluto respeto por la palabra de los escritores – o de cualquier ciudadano-, cualquiera sea su significación o intención. Les escribo comunicándoles este diálogo con la Presidenta en la certeza de que estamos comprometidos en toda discusión que sirva para dar más cualidades a la vida democrática, como este intercambio de cartas también lo certifica.

Atentamente

Horacio González

Director de la Biblioteca Nacional

El director Horacio González reconoció la importancia del lugar que ocupa en un organismo oficial como la Biblioteca Nacional, y retiró su carta primera a sugerencia de la Presidente, aun cuando admite que las razones de su protesta primera son justas. Muchos somos los argentinos a los que las palabras de este escritor ofenden, y mucho. Y ninguno de los ofendidos tendría ganas de escuchar y ver a alguien que, tan desmesuradamente, agravió a tantos argentinos. Pero lo más importante de este entuerto es la grandeza y el sentido de estadista que mostró la presidente Cristina Fernández, a pesar de haber recibido palabras tan insultantes tanto en su condición de peronista como de argentina y de gobernante.

(...) no es concebible la vida literaria y el compromiso con la ensayística social sin un absoluto respeto por la palabra de los escritores – o de cualquier ciudadano-, cualquiera sea su significación o intención (parte de sus palabras).

¡Éso es GRANDEZA!, y no la miserable caterva de expresiones descalificatorias de este señor, cuyas condiciones de escritor nadie cuestiona, pero que se permitió y se permite ser tan humillante con los argentinos.

Para quienes no lo hayan escuchado o deseen volver a vivirlo, aquí el video completo de la disertación presidencial en el Congreso:

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