Hace dos días el diario Tiempo Argentino publicó una encuesta sobre las características que podrían definir a los participantes del 18A (18 de Abril) (ver nota Los manifestantes del 18A no se identifican con ningún partido político, del 24/4/13). Se interrogó a un total de 599 personas ubicadas en puntos estratégicos de la concentración cacerolera de la C.A.B.A.: la Plaza de Mayo, el Obelisco, Callao y Santa Fe, Cabildo y Juramento, Acoyte y Rivadavia y Triunvirato y Olazábal. Obsérvese el detalle de que, ninguno de esos puntos, se ubica en la zona Sur de la Ciudad.
El canal de Noticias y Cultura CN23 realizó, para sintetizar los resultados, una serie de placas que aquí se reproducen:
Interesante detalle arroja la encuesta: los temas de INSEGURIDAD e INFLACIÓN que eran relevantes en marchas anteriores, en esta fueron desplazados por la CORRUPCIÓN y la REFORMA JUDICIAL, temas agitados principalmente por los medios hegemónicos y por una reciente supuesta investigación, muy mediática mezclada con la farándula, puesta en el aire en un programa también del Grupo Clarín.
El altísimo porcentaje de los no militantes podría explicar la repercusión que, críticas a los militantes jóvenes de La Cámpora (y otras agrupaciones juveniles), padecieron fogoneadas desde algunos medios y periodistas "independientes", por el uso de pecheras identificatorias en el momento de distribuir la ayuda solidaria a los damnificados por las recientes inundaciones en CABA y La Plata. Para este sector social que cacerolea, militar es sinónimo de algo criticable, oportunista, e incluso llegaron a considerarlo (a través de las voces de cierto periodismo) como de "miserables" por aprovecharse de la necesidad ajena. Lo que no sorprende es la permanente contradicción entre el "interés por la política" y la negación a la militancia, como si la política fuera algo ajeno a aquella.
Entre los que se dicen de Centro y/o de Derecha, más los que no tienen idea (NS/NC), puede interpretarse que no tienen demasiado claro qué significa una cosa o las otras, que el Centro está bien visto (es más políticamente correcto), y entre los que se dicen de izquierda podría ubicarse a los que votaron al representante del FAP (Hermes Binner) que es, supuestamente, socialista, aunque en una respuesta algo apurada respondió que, en las elecciones de Venezuela, él hubiera votado a Capriles (de Derecha) en lugar de a Chávez. En fin... Entre los votantes a Binner de la última elección a presidente puede contarse a todos los que, sin ser de derecha y coincidiendo (en otros tiempos) con muchas de las políticas puestas en marcha por el gobierno Kirchner, su rechazo visceral a Cristina los llevó a elegir, entre todo lo malo que quedaba, el que parecía menos malo. (?) Tal como se ve en la siguiente placa:
Obsérvese cómo entre los más votados se encuentra Binner, que a nivel nacional estuvo en 2º lugar con un casi 17% de votos, muy por detrás de Cristina Fernández (con un 55%), y que la diputada Carrió a nivel nacional, obtuvo apenas un 1,8%... Con tan exiguo resultado en las urnas no pierde su privilegiado lugar en los estudios de TV del Grupo Clarín y sus medios afines. Es curioso también el dato de que, el 15% de los encuestados NO VOTÓ en las últimas elecciones.
Y a pesar de decirse "muy politizados" o "interesados en la política" (como rezaba la 2ª placa: entre Bastante y Mucho, 67%), el porcentaje que no prefiere a NINGUNO es altísimo: 43%, y le siguen lejos Macri (el procesado, incapaz y siempre ausente Jefe de Gobierno) y la diputada Carrió... Difícil de entender, no?
Esta placa explica muchas cosas: la gran mayoría de los concurrentes a la marcha cacerolera pertenecen al distrito más opositor al gobierno nacional: la CABA. Pero el dato más estrafalario es que, el Jefe de Gobierno quien, en la marcha anterior, se sintió exultante por la movilización (como si la protesta no lo incluyera por su inoperancia), ahora CONVOCÓ a participar de ésta, peeeerooooo... a diferencia de otros políticos y gremialistas furiosamente opositores, NO SE HIZO PRESENTE... Es todo muy raro, no sólo de parte del sr. Mauricio Macri sino de sus votantes y asistentes a la marcha.
Y el dato más estrambótico de todos: el altísimo nivel de instrucción de los asistentes, que entre los que tienen el Terciario Completo y el Universitario, suman un 62%. Es decir, pude colegirse que se trata de gente que ha asistido a institutos de enseñanza de alto nivel, pero esto no garantiza que estén debidamente informados, o que cuenten con un amplio criterio para evaluar la realidad que los rodea. Esta conclusión podría ser considerada parcial y sesgada, lo admito, pero también se desprende de las respuestas obtenidas (o de las consignas y argumentos esgrimidos) a la hora de defender sus consignas, o para explicar los motivos que los convocan. Es bajísimo el nivel de contenido de dichos argumentos en general, y deviene, la mayoría de las veces, en un enojo que demuestra más impotencia que verdadera indignación. Curiosamente, no se trata de simple desinformación, sino de "ignorancia supina", ya que existiendo la información en muchos lugares y en distintos formatos, no se acude a ella sino que se elige "informarse" con determinados medios, muy concretos, que tienen también intereses concretos que defender (contra las políticas oficiales) y que los utilizan para desinformar(los).
Me queda la duda de las edades de los encuestados y los sexos, ya que si bien formulé la pregunta a los encuestadores vía Twitter, no recibí respuesta alguna sobre el tema.
Y para terminar, voy a transcribir lo que el dirigente sindical Hugo Yasky (CTA) analizó respecto de lo que, para él, es un ANALFABETO POLÍTICO, y que sintetiza mucho de lo que estos caceroleros expresan cuando se quejan, y que tan bien los radiografía:
EL ANALFABETO POLÍTICO (ver nota completa ACÁ)
- El analfabeto político argentino piensa que es mejor que lo gobiernen los ricos porque ellos poseen dos ventajas, saben mandar y como tienen plata no necesitan robar.
- El analfabeto político argentino piensa que la plata que el Estado gasta en sostener políticas de asistencia social es un despilfarro que como fin tiene favorecer el parasitismo social para ganarse el voto de los pobres.
- El analfabeto político argentino está convencido de que lo que él llama villeros deben su situación a la falta de esfuerzo y a cierta condición de inferioridad debido a la escasa ingesta de proteínas.
- El analfabeto político argentino piensa que para terminar con lo que él cataloga como gobiernos populistas el voto debería graduarse según el nivel de instrucción de los electores. También según el poder adquisitivo, pero esto lo admite sólo en círculos muy selectos.
- El analfabeto político argentino cree que las desigualdades son naturales y que es pretender ir contra las leyes de la naturaleza tratar de revertirlas. Dice así como hay negros y blancos, existen pobres y ricos.
- El analfabeto político argentino entiende que es natural que cuanto más se tiene más se intente evadir el pago de tributos, ya que ese dinero alimenta la voracidad de los corruptos que gobiernan.
- El analfabeto político argentino besa la bandera en la final de la Copa Davis porque se siente argentino hasta la muerte pero le parecen excelentes los fallos ejemplificadores a favor de los fondos buitre.
- El analfabeto político argentino cree que la prensa es independiente sólo si está en contra del gobierno.
- El analfabeto político argentino está convencido de que con mano dura se resolverían los problemas de la inseguridad y la corrupción y pone como ejemplo los gobiernos militares, en los que no les consta que haya habido inseguridad o corrupción.
- El analfabeto político argentino piensa que la Justicia así como está es un desastre pero intentar cambiarla es violentar su independencia.
- El analfabeto político argentino está convencido de que la televisión no influye en absoluto en la formación de su posición pero cree que Lanata sería un excelente candidato a la presidencia.
- El analfabeto político argentino odia el influjo movilizador de los choripanes y está convencido de que cuando sale con cacerolas a él no lo convocó nadie porque llegó caminando o en taxi.
- El analfabeto político argentino goza de la cumbia pero en los lugares y en el momento que corresponda.
- El analfabeto político argentino, comparado con la media, tiene altos niveles de instrucción, generalmente secundaria completa y estudios terciarios.
Lamentablemente, muchas de estas observaciones fueron escuchadas (o leídas) también a representantes de la clase política, por lo tanto escucharlas de boca de los manifestantes no debería ser algo tan sorprendente u original. Esos representantes y esa gente son parte del mismo colectivo social.
Las Ciencias Sociales no son exactas, y tanto al relevar los datos como al interpretarlos, es muy difícil que quien pregunta y/o interpreta no deje colar su propio punto de vista. De hecho se escuchó a un exaltado supuesto investigador (que decía ser del CONICET) que el 70% de los asistentes pertenecían a la "clase obrera", como si esa sola categoría alcanzara para definir algo tan complejo y diverso como lo que pudo verse (oírse y leerse) en la marcha del 18A. Por lo tanto, pongo a resguardo mis observaciones para que sean vistas como SÓLO MÍAS, y por lo tanto teñidas de todo aquello de lo que soy parte.
Imagino y deseo que cada uno saque sus propias y personales conclusiones.
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