Muchas veces, aceptar la realidad cuando nos resulta adversa, es difícil. Si se trata de evitar el sufrimiento, un recurso algo desesperado nos lleva a la negación. En ocasiones conocer la realidad no sirve de mucho, pero otras veces negarla nos aleja de la cordura. Si quienes funcionan como referentes del ámbito al que supuestamente pertenecen se niegan a reconocer la realidad que los rodea, flaco favor hacen a quienes los observan, justamente por ser referentes. Es lo que pasa muchas veces con ciertos gurúes que suelen frecuentar algunos programas de TV o escribir en importantes diarios de la prensa local. Por extrañas (o no tanto) razones, pifian mal en sus pronósticos, le erran fiero en sus análisis y vaticinios resultantes, y aún así continúan siendo convocados con sus prestigios intactos. Hay ejemplos de prestigios y credibilidades perdidas sin embargo, pero no siempre ocurre. Sobre todo porque existen personas de memoria endeble, o necesitadas de escuchar (y/o leer) palabras "autorizadas" que coincidan con sus pensamientos. Economistas, escritores, políticos, filósofos, sociólogos (de ambos sexos) suelen aparecer en estos tiempos mediáticos enarbolando discursos que luego la realidad desmiente, pero aún así, los seguimos escuchando... Algunos de ellos, y de quienes los utilizaron como monigotes de referencia, fueron sepultados por la lluvia de votos de Octubre, pero otros, con mejor o peor suerte, continúan deambulando.
La utilización de determinadas palabras de concepto amplio y connotación negativa es una constante en los discursos, orales y escritos de los medios masivos. Y uno de los más frecuentes ha sido en estos tiempos la palabra AJUSTE. El brillante economista Alfredo Zaiat publicó en Página 12 del domingo una nota que habla sobre el punto. Y se titula justamente Los ajustemaníacos. Zaiat analiza cómo, a pesar de que la realidad niega todo los días la aplicación de ajustes en la política nacional, por ejemplo en las tarifas del transporte o en los servicios, algunos medios como Clarín (tanto en el diario impreso, como en su versión online y sus programas de TV) se empeña en repetir la cantilena del dichoso AJUSTE. Es más, llegó a titular: 2012: el año del AJUSTE. En el caso concreto de las tarifas de transporte público, en lugar de informar como corresponde a un medio todo lo referido a la tarjeta SUBE (Sistema Único de Boleto Electrónico), no hicieron más que alarmar acerca del "tarifazo" que se venía, de las larguísimas colas, alimentando la desesperación y la ansiedad de los usuarios. Al mismo tiempo "olvidaron" desde cuándo estaba vigente la tarjeta (la Monedero, desde el año 2008 y la SUBE desde el 2009), hablando de "improvisación" y de "apuro", además de ineficiencia y mal desempeño de funcionarios (a través de una impresentable defensora de los consumidores que no hacía más que criticar y alarmar, en lugar de informar, de presencia frecuente en los medios del Grupo Clarín). Olvidaron también cómo ellos mismos habían machacado por la falta de monedas en su momento, que llevó a buscar la solución con el boleto electrónico. Eso sí: cuando el Jefe de Gobierno porteño Mauricio Macri (socio de Clarín) se mandó el sablazo del 127% de aumento en la tarifa de los subtes (sin respetar ningún subsidio, para nadie), Clarín lo justificó echándole la culpa al gobierno por el traspaso del servicio. Allí NO HUBO tarifazo, sino una consecuencia del accionar del Gobierno Nacional que "se sacó de encima" los subtes...
Pero hay otros ejemplos de esta negación de la realidad, o del querer forzarla para que encaje.
El escritor Jorge Asís había sacado un libro: "El kirchnerismo póstumo: el epílogo de la revolución imaginaria", y se paseó por programas amigos explicando su teoría de que el movimiento kirchnerista ya estaba terminado. Fue después de la pelea por la Resolución 125 por las retenciones al campo, del intento destituyente de sectores de derecha y del voto no-positivo del vicepresidente Cobos (¿quién? Sí, ése que ya no existe políticamente). Bueno. Después vinieron la AUH, la Ley de Medios, la Ley de matrimonio igualitario, las PASO y las elecciones de Octubre, con el 54,11% como resultado a favor del gobierno. Sin embargo, y como le debe resultar muy doloroso aceptar que algunos archivos desnuden su fracaso, el escritor se saca las ganas como puede, y lo hace en las redes sociales. Así por ejemplo escribió en Twitter:
Como se puede leer, más que manifestar opiniones, lo de Asís parecen patéticas manifestaciones de deseo, dado que la realidad lo desmiente cada día, dejándolo cada vez más en falsa escuadra. Triste final para un buen escritor. Me gustaba más cuando escribía "Flores robadas en los jardines de Quilmes"...
Mucho más grave fue el afán por etiquetar la enfermedad de la Presidenta con la temible palabra CÁNCER. Clarín fue el único medio que puso tanto empeño en usarla, apelando a la connotación negativa que la palabra tiene para la historia del peronismo por la enfermedad de Evita, y por la terrible frase que había ensuciado las paredes de Buenos Aires cuando Evita murió: VIVA EL CÁNCER, nacida del odio hacia Eva y el peronismo, un odio de clase que todavía hoy perdura en algunos sectores. Pues bien. Resulta que, como el diagnóstico definitivo de la enfermedad de la Presidenta no reveló presencia de cáncer, se volvieron locos, y empezaron a pergeñar conspiraciones del gobierno para ocultar "la verdad", hablaron de mala praxis y operaciones innecesarias, y por más que los profesionales involucrados y todos los prestigiosos consultados coincidieron en el acierto de todo lo realizado, continuaron en sus trece, empeñados en hacer que LA REALIDAD encajara en la que ellos hubieran preferido.
Y un último ejemplo apareció en estos días, también a través de la red Twitter. El escritor opositor a ultranza (ultra anti kirchnerista, podríamos decir), Martín Caparrós, subió un video acompañándolo con este texto:
Y aquí el video de referencia:
En un momento en que Argentina señala al mundo cómo el Reino Unido se militariza enviando a las Islas Malvinas al príncipe William uniformado, un destructor de última generación y tal vez submarinos atómicos, mientras acusa a Argentina de "colonialista" y de sentirse amenazado por la belicosidad de nuestro país; mientras el gobierno trata de aglutinar a todo el arco político, los ex combatientes y las organizaciones sociales para mostrar un frente unido; mientras el gobierno decreta la desclasificación del Informe Rattenbach para que se sepa LA VERDAD sobre la Guerra de Malvinas, y se presenta una queja formal en la ONU y luego en las Naciones Unidas por el peligro que entraña la militarización del Atlántico Sur por Gran Bretaña; mientras toda América Latina y el Caribe, China y los EEUU reconocen la necesidad de que tanto Argentina como el Reino Unido se sienten A DIALOGAR, no aceptando ninguna provocación que entrañe violencia, querer mostrar una Argentina "militarizada", hablar de "invasiones" y de "país real más acá de los relatos" es ver la realidad con un solo ojo, como si un parche (parche pirata) tapara la vista al escritor devenido en opositor a ultranza. Esto no significa no reconocer los derechos de de quienes protestaban cortando la ruta, ni admitir que era justo detenerlos, pero mezclar de tal manera los hechos forzando los conceptos para que encajen es tener una mira muy corta, muy parcial y de muy mala leche.
Lamentablemente nuestra historia está llena de tristes ejemplos en los que las miradas y las acciones interesadas han estado más pendientes de esos intereses particulares que de los intereses de todos. Pero pareciera que todavía falta mucho para que nuestra generosidad hacia el conjunto nos haga sentir como dueños de una identidad que se respeta y se valora. Una identidad de la que TODOS nos sintamos parte.
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6 comentarios:
Lo de Caparros ya es surrealista. El odio te hace decir cada tontería...
Disfruten el viaje
Gracias Daniel, por tu comentario y por leerme.
Saludos
Greta.
Caparrós lleva mucho tiempo jugando al transgresor. De ahí que no le moleste acomodar la realidad a martillazos para que quepa en sus "teorías".
Pero ahora, más que transgresor parece un conservador. Y pensar que me gustaba...
Gracias Iris por leer mi post.
Abrazo.
Greta.
"Flores robadas en los jardines de Quilmes"... "Fe de Ratas" o mejor "Diario de la Argentina"... Que lejos que quedó Oberdan Rocamora...
Es cierto, profeMarcos, qué lejos...
También me había gustado mucho La cruz invertida, y mirá en qué terminó convirtiéndose Marcos Aguinis...
Gracias por tu comentario.
Greta
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